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Es necesario desarrollar políticas, instrumentos, herramientas y programas para transformar nuestro modelo productivo hacia una agricultura y manejo forestal sostenible, resiliente, bajo en emisiones, que aporte a la seguridad alimentaria mundial y a los medios de vida de los agricultores y silvicultores.
Con el objetivo de contribuir a generar una visión compartida de corto, mediano y largo plazo del sector silvoagropecuario en su relación al cambio climático, que impulse acciones en mitigación, adaptación y co-beneficios, considerando los pilares ambiental, social y económico, se reunió por primera vez la Mesa Silvoagropecuaria para el Cambio Climático.
Esta instancia fue liderada por el ministro de Agricultura, Antonio Walker, y coordinada por la directora de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa), María Emilia Undurraga. Destacó la participación de la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt.
El ministro de Agricultura señaló que como agricultura tenemos el gran compromiso y desafío de ser parte de la solución del Cambio Climático. A través de esta mesa podemos trazar una hoja de ruta que nos permita avanzar hacia la sustentabilidad en la agricultura. La evidencia científica es clave en el proceso de mitigación del Cambio Climático, donde la sustentabilidad no es una opción, sino una condición.
La ministra del Medio Ambiente relevó la instancia y destacó el trabajo colaborativo que se viene realizando con el ministerio en esta materia, no solo con esta mesa sino que además con la actualización del plan de adaptación al cambio climático del sector silvoagropecuario.
La directora de Odepa, María Emilia Undurraga, valoró la instancia asesora y enfatizó que va en la línea del trabajo estratégico que está desarrollando el servicio en materia de sustentabilidad y cambio climático, sumando en esta labor a otros actores relevantes y socios estratégicos del mundo público, privado, asociaciones de agricultores, la academia y la sociedad civil.
En esta reunión se conversó sobre la importancia de proponer una visión climática a corto, mediano y largo plazo del sector silvoagropecuario; asesorar a la autoridad ministerial en la toma de decisiones en materia de cambio climático y proponer recomendaciones para la implementación y seguimiento de los compromisos, políticas públicas, planes y programas en cambio climáticos del sector silvoagropecuario.
Se propuso trabajar en torno a cuatro ejes: mitigación, adaptación, información y financiamiento para la implementación acción climática. De manera transversal, en cada tema, se propuso considerar los aportes de la academia, promover la difusión y la integración de los distintos actores en la implementación de medidas de mitigación y adaptación y aportar al diseño e implementación de planes, programas, proyectos y acciones asociadas a las medidas comprometidas en las temáticas de bosques, agricultura y cambio climático (EJ: NDC, PANCC SAP, ENCCRV, entre otras), que permita alcanzar las metas del sector.
Antecedentes
A 2050 se espera un crecimiento poblacional mundial de alrededor de 10.000 millones personas, que derivará en un aumento de la demanda de alimentos en un 50%. A este desafío de seguridad alimentaria, se suma un escenario climático variable, donde las amenazas a la que estamos expuestos y de la que depende la producción silvoagropecuaria, nos pone en una situación de incertidumbre y creciente vulnerabilidad.
El sector Silvoagropecuario es muy vulnerable al cambio climático. Los efectos del cambio climático y de los eventos extremos como la sequía, incendios, heladas o inundaciones ya se están experimentando a lo largo del territorio.
El sector agricultura es el segundo emisor de Gases de Efecto Invernadero del país, pero también es parte de la solución. Tenemos potencial para capturar carbono a través de nuestros bosques, praderas y suelos mediante manejos y prácticas sustentables.
Se debe integrar a gestores de bosques y recursos vegetacionales, la agricultura familiar campesina, los gremios relacionados y a las comunidades locales en las metas silvoagropecuaria y en los compromisos establecidos en la NDC, de manera de hacerlos impulsores de estos cambios transformacionales requeridos en el sector y de esta forma mejorar sus medios de vida.
Por lo anterior, es necesario desarrollar políticas, instrumentos, herramientas y programas para transformar nuestro modelo productivo hacia una agricultura y manejo forestal sostenible, resiliente, baja en emisiones y que aporte a la seguridad alimentaria mundial y a los medios de vida de los agricultores y silvicultores.
