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Una inversión anual cercana a los US$ 115 millones ha permitido a Chile recuperar cerca de 3 millones de hectáreas de tierras degradadas mediante la aplicación de instrumentos de fomento a la forestación, la recuperación de suelos degradados y el riego. Así lo dio a conocer hoy la Corporación Nacional Forestal (CONAF), en el marco de la celebración mundial del Día de la Lucha Contra la Desertificación.
En el país existen unos 48,3 millones de hectáreas afectadas. La tasa de recuperación promedio es de 150.000 hectáreas anuales.
La desertificación y la sequía son el problema ambiental de mayor extensión en Chile . Las regiones que presentan el panorama más complejo, calificado como grave, son: XI Región (60,0%); XII (55,6%); IV Región (53,3%); II Región (44,5%); V Región (40,0%); IX Región (36,7%), y VII Región (27,6%). Como zonas prioritarias de combate a estos flagelos en Chile se han definido el Norte Chico (IV y V); la Patagonia (XI y XII); la Puna (I a III); Araucanía (VIII y IX); Secano y Precordillera (VI a VIII), así como el área de expansión agrícola en tierras frágiles.
El impacto de la desertificación en la disponibilidad para el aprovechamiento sustentable del agua es también un tema emergente que ha concitado los mayores consensos en la reciente Cumbre de Desarrollo Sustentable de Johannesburgo.
En Chile, la Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación y la Sequía (UNCCD) es Ley de la República desde el 11 de noviembre de 1997, y la Corporación Nacional Forestal (CONAF) es la institución responsable de su implementación.
CONAF debe impulsar la coordinación interinstitucional para el cumplimiento de los objetivos generales de la organización: articular, focalizar, sinergizar, desarrollar e integrar las políticas, programas, proyectos, conocimiento científico, técnico y local, así como los instrumentos de apoyo de que se dispone para atender a las comunidades afectadas por desertificación o sequía en las áreas críticas del país.
Para alcanzar esta meta, se impulsan distintos programas y proyectos de cooperación internacional, con fondos asignados por US$ 2 millones, y se han gestionado otros proyectos de cooperación internacional por unos US$ 15 millones para iniciativas que se implementarán a partir del segundo semestre de 2003.
En el mundo existen 3.600 millones de hectáreas afectadas por desertificación y sequía. En América Latina y el Caribe, la superficie afectada es de 320 millones de hectáreas, es decir, poco menos del 10% del total mundial.