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Una brigada del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), en conjunto con Carabineros, sacrificó 11 animales en la veranada de Leal y Lealito, ubicada en la cordillera de Linares, el lunes 28 de enero recién pasado. Los cinco bovinos y seis caprinos, que procedían de Argentina, fueron ejecutados de acuerdo a la prohibición que establece la ley sobre la permanencia de animales en zonas despobladas.
El Director Regional del SAG, Alberto Barrera, fue enfático en señalar que estamos en un período de alerta sanitaria y que «los animales que se encuentran en zonas despobladas, provengan desde Chile o Argentina, serán sacrificados».
En tanto, la Seremi de Agricultura de la VII Región, Rebeca Bulnes, señaló que «se están tomando todas las prevenciones necesarias con el objeto de evitar rebrotes de la enfermedad, como los ocurridos en 1984 y 1987, que terminaron con el sacrificio de 35.000 animales a un costo de US$ 25 millones».
La adopción de estas medidas busca evitar la entrada a nuestro país de la fiebre aftosa, enfermedad que se encuentra presente en la Argentina y otros países del cono sur. En caso de entrar al país, esta enfermedad podría provocar un grave daño a la agricultura, ya que a la pérdida económica de los ganaderos se debería sumar el impacto que la presencia de aftosa produciría en otras áreas, como la fruticultura, debido a los requerimientos sanitarios de los países importadores de fruta.
Se trata de mantener a Chile en la categoría de país libre de fiebre aftosa sin vacunación, situación que se mantiene desde 1981 y que es reconocida por la Oficina Internacional de Epizootias (OIE).