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Octavio Sotomayor, director de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), señaló que, según un reciente estudio encargado por ODEPA, en Chile se producen 4,2 millones de litros de vino orgánico en aproximadamente 2.000 hectáreas.
El directivo dijo que, a pesar de no existir estadísticas oficiales, la información disponible sobre la situación de las viñas y vinos orgánicos en Chile permite observar un fuerte desarrollo de este rubro en los últimos años. Lo anterior, tomando en cuenta el corto período de tiempo durante el cual una gran cantidad de empresas han incorporado este tipo de producción a sus actividades y teniendo en consideración los cambios tecnológicos y la certificación que este tipo de producción requiere.
La expansión del sector vitivinícola chileno se da en un contexto de crecimiento global, en donde los vinos finos están desplazando a vinos de menor calidad.
La opción de Chile por la producción de vinos finos es coherente con la evolución natural de la demanda, que cada día va prefiriendo vinos de mejor calidad. Esta preferencia significa desarrollar lo que hoy se denomina «terroir», es decir, la expresión de todo el potencial del vino, de modo que éste recoja las particularidades de la zona y del agricultor que lo produce.