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En dependencias del Edificio del Agro de la ciudad de Punta Arenas, fue firmado el «Protocolo de acuerdo de ayuda recíproca para el combate de incendios forestales fronterizos, entre las Regiones XI y XII de Chile y la Provincia de Santa Cruz de Argentina», iniciativa que se enmarca dentro de las conversaciones bilaterales a través del Comité de Fronteras.
Para oficializar este histórico documento, viajó especialmente a Magallanes el director ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), Carlos Weber, quien junto al presidente del Consejo Agrario Provincial de Santa Cruz, Argentina, Enrique Rosell, formalizaron el acuerdo a través de sus respectivas firmas.
Con el mencionado Protocolo se cumple con un ansiado anhelo de parte de las autoridades de la Patagonia chileno – argentina, de lograr un acuerdo en esta materia, que pretende proteger los recursos naturales renovables a través de la prevención, detección, control y extinción de los incendios forestales, acciones que podrán ser realizadas por brigadas de ambos países, según corresponda.
Chile y Argentina comparten ecosistemas comunes, razón por el cual los daños que provocan los incendios forestales en una nación afectan y comprometen gravemente los recursos naturales renovables colindante con el país vecino. Ante tal realidad, es necesario que en caso de incendios forestales las brigadas puedan tener acceso expedito al lugar del siniestro, sin mayores contratiempos que impidan su combate, situación que no ocurría antes de la firma del Protocolo, dificultándose una labor eficaz en procura del control y extinción de incendios forestales.
Uno de los incendios forestales que más se recuerda en la Región de Magallanes corresponde al registrado en 1985 en el Parque Nacional Torres del Paine. En dicha ocasión, el incendio arrasó con 15 mil hectáreas de bosques, pastizales, arbustos y matorrales. En esa oportunidad, brigadas de incendios forestales de la República Argentina se encontraban en el límite fronterizo listas y dispuestas para colaborar en la extinción del siniestro, pero, por no contar con una autorización de ingreso a nuestro país, debieron permanecer en su territorio, observando cómo el fuego arrasaba con la naturaleza. Con el reciente Protocolo de Acuerdo firmado por las autoridades respectivas, se evitarán situaciones como la descrita.
La zona a que se refiere el documento, en el cual existirá la colaboración mutua, es una faja de 15 kilómetros a cada lado de la frontera, entre los paralelos 46° y 52° 15§ de latitud sur, paralelos que cubren las regiones XI y XII de Chile. No obstante, y por razones de emergencia de un incendio que amenace valores de importancia en el ámbito forestal, las partes podrán actuar más allá de los límites establecidos, cuando el país afectado lo solicite.
La ceremonia realizada en el Edificio del Agro contó con la presencia de autoridades regionales y nacionales, quienes tomaron parte de la histórica firma, que ratifica una vez más los lazos de amistad y de colaboración mutua entre ambos países.