Categorías: Macroeconomía y agricultura
La relevancia que ha ido adquiriendo China en el plano internacional hace necesario destacar el acuerdo estratégico que alcanzó ese populoso país con India, durante la visita del Primer Ministro chino, Wen Jiabao, a esa nación, dejando atrás la desconfianza que enturbió sus relaciones por largos años y dando por superados sus diferendos fronterizos. Luego de la firma del acuerdo el mandatario indio, Manmohan Singh, relevó su importancia, declarando que «India y China pueden juntas rediseñar el orden mundial».
Es precisamente ese orden mundial el que critica un reciente estudio de Oxfam Internacional, publicado bajo el título «Echar la puerta abajo», donde se denuncia a los países ricos por subsidiar sus exportaciones mientras fuerzan a los países en desarrollo a que abran sus mercados para acoger sus excedentes agrícolas, condenando a los campesinos a la pobreza. Presenta, a modo de ejemplo, el caso del arroz, donde Estados Unidos subvenciona a sus productores con 1.300 millones de dólares al año para que su agroindustria pueda exportar por debajo de los costos de producción, lo que permite que una producción de 4,7 millones de toneladas de arroz se vuelque al mercado mundial a un precio que es un 34% inferior al costo de producirla. El documento revela lo que sería la estrategia de los países ricos de utilizar como campos de batalla a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y los acuerdos regionales y bilaterales. La OMC garantizó el derecho de los países menos desarrollados a proteger sus sectores agrícolas, fundamentales para su economía y la seguridad alimentaria; pero ahora los países ricos tratan de incumplir lo pactado y de imponer condiciones en los acuerdos comerciales de liberalización que impidan protegerse de la llegada masiva de exportaciones subvencionadas, afirma el organismo.
Oxfam estima que, además del arroz, la disminución de los aranceles a las importaciones también pone en peligro a sectores como el pollo, la leche, el azúcar, la soja, el maíz y el trigo. Propone que en diciembre próximo, cuando la OMC decidirá las reglas comerciales para los próximos años, debe negociarse considerando que:
- Cualquier nuevo acuerdo en la OMC debe permitir a los países en desarrollo regular las importaciones de productos que amenacen los medios de subsistencia de sus pequeños agricultores.
- EEUU, la Unión Europea y los gobiernos de los países pobres deben suspender la negociación de tratados de libre comercio hasta que éstos garanticen que la seguridad alimentaria y el desarrollo rural no van a ser amenazados por la llegada de productos agrícolas subsidiados, concentrándose en hacer de la OMC un sistema de comercio multilateral justo.
- El Banco Mundial y el FMI no deben condicionar a los países pobres a reducir sus aranceles o impedirles la aplicación de salvaguardas agrícolas especiales. Éstos pueden ser mecanismos vitales para una estrategia de seguridad alimentaria y de desarrollo rural. Estas instituciones deben proveer financiación adicional para promover tanto la agricultura como redes de apoyo para los grupos más vulnerables que se vean afectados por reglas de comercio.
- Los gobiernos de los países en desarrollo que tienen altos niveles de pobreza en las zonas rurales deben tener flexibilidad para decidir el ritmo de la apertura comercial, sin sacrificar las políticas agrarias que promuevan la seguridad alimentaria y el desarrollo rural de sus sectores más frágiles.
El Banco Mundial, por su parte, proyectó en su informe anual sobre flujos financieros una desaceleración de la economía mundial. Ésta habría crecido 3,8% en 2004, lo que bajaría a 3,1% durante este año, cercada por el alza de la tasa de interés en Estados Unidos y la caída del dólar que, a su vez, son consecuencia de los crecientes déficit gemelos que mantiene esa nación. La economía estadounidense registró el año pasado un déficit récord de 665.900 millones de dólares en su cuenta corriente (en 2003 éste llegó a US $ 530.700 millones) y el déficit fiscal se elevó a US $ 412.800 millones. En el caso de los países de América Latina, se prevé que la expansión promedio de 5,7% lograda en 2004 se reducirá a 4,3% en este año y a 3,7% en 2006.
En el ámbito regional, existe creciente preocupación por las retenciones que aplica Argentina a las exportaciones de algunos productos agrícolas. Los rumores acerca de incrementos en el monto y extensión de dichos tributos, a fin de mantener los precios de la canasta básica de bienes de consumo domésticos, se hacen cada vez más frecuentes. Productos como carne y leche se mencionan entre los posibles afectados. Paralelamente, algunos congresales anuncian la presentación de proyectos de ley que proponen la eliminación gradual de todas las retenciones a las exportaciones a partir de enero de 2006. No obstante, es difícil que se acoja esta iniciativa, que tendría como consecuencia que el fisco trasandino dejaría de percibir los más de $ 10.000 millones anuales que recauda por este impuesto.
En Chile, el Consejo del Banco Central resolvió aumentar la tasa de interés de política monetaria en 25 puntos base, hasta 3% anual, considerando que los riesgos se han incrementado en el entorno internacional, que el gasto continúa exhibiendo una decidida expansión y que la tendencia inflacionaria ha seguido aumentando gradualmente.
De hecho, el índice de precios al consumidor -IPC- registró en marzo una variación de 2,4% en relación con el mismo mes del año anterior; el índice de precios al por mayor -IPM- anotó un alza de 8,5% y el índice de precios al productor -IPP- una de 11,4%, en el período. Los precios a consumidor de los alimentos y los índice de precios agropecuarios, al por mayor y al productor, presentan alzas más moderadas.
| Indicadores Macrosectoriales de la Agricultura | ||||
| Indicador | Período | Valores | Var % | |
| Indicadores de Actividad | 2004 | 2005 | ||
| Indices industria agroprocesadora (base 2000) Producción física Ventas |
feb
|
109 102 |
111 109 |
1,2 7,3 |
| Fuerza trabajo ocupada en agricultura (miles pers.) | dic-feb | 795 | 796 | 0,0 |
| Tasa de desocupación en la agricultura | dic-feb | 3,1 | 2,9 | |
| Exportaciones silvoagropecuarias (mill.US$ FOB) Primarias Industriales |
ene-mar | 2.050 1.008 1.141 |
2.067 828 1.239 |
0,8 17,9 19,0 |
| Imp. productos silvoagropecuarios (mill. US$ CIF) | ene-mar | 378 | 409 | 8,1 |
| Imp. insumos y maquinaria agrícolas (mill.US$ CIF) | ene-mar | 130 | 199 | 53,3 |
| Indicadores de Precios | 2004 | 2005 | % | |
| Cotización del dólar (pesos por dólar) | mar | 604 | 586 | -2,9 |
| Indice de precios a consumidor (base 12-1998) IPC general IPC alimentación |
mar | 114 105 |
117 106 |
2,4 0,7 |
| Indice de precios al por mayor (base 06-1992) IPM general IPM agropecuario |
mar | 198 182 |
215 187 |
8,8 2,5 |
| Indice de precios al productor (base 04-2003) IPP general IPP agropecuario |
mar
|
104 111 |
116 123 |
11,4 11,7 |
| Tasa de interés de colocación, 90 a 365 días Reajustable por variación de la UF Reajustable por variación del dólar |
mar | 2,7 2,9 |
3,4 4,7 |
26,9 65,4 |
| Precios de fertilizantes (pesos 03-2005 por kg) Urea Superfosfato triple |
mar | 178 177 |
210 187 |
18,0 5,7 |
| Fuente: elaborado por ODEPA, con información de INE, Banco Central de Chile y, empresas. | ||||
Las tasas de interés de las instituciones financieras han comenzado a reflejar el mayor costo del dinero. Las de colocación para operaciones de 90 a 365 días se incrementaron significativamente en marzo, con respecto al mismo mes de 2004, ubicándose en 3,4% si el reajuste es en UF y en 4,7% cuando el reajuste se realiza de acuerdo con la variación del dólar. Al mayor costo del crédito se suman la caída en el valor de la divisa (el dólar se cotizó a 586 pesos en marzo) y el alza en el valor de los fertilizantes, complicando el panorama para la agricultura nacional.
No obstante, no todas son malas noticias y los indicadores de actividad manifiestan un comportamiento mejor que los de precios. Los índices de la industria agroprocesadora anotaron en febrero de 2005 variaciones anuales de 1,2% y 7,3% para producción física y ventas, respectivamente. Este alto crecimiento de las ventas, asociado particularmente al desarrollo de rubros como la fabricación de productos alimenticios e industria de bebidas y a la industria de la madera y sus productos, está generado un impacto en la inversión. En efecto, al comparar las cifras de importaciones de maquinarias e insumos del primer trimestre de 2005 y 2004 se constata que aumentaron 53,3 por ciento. Ello es el resultado de incrementos de 16% para los insumos y de 90% para las importaciones de maquinarias. Las compras en el exterior de estos bienes de inversión fueron lideradas por partidas como: Máquinas y aparatos para preparación industrial de alimentos o bebidas, Máquinas y aparatos para fabricación de pasta de materias fibrosas celulósicas, Tractores de rueda, Secadores, Prensas para la fabricación de tableros de partículas de fibra de madera, Máquinas y aparatos para preparar o elaborar tabaco, Máquinas y aparatos para la preparación de carne, Máquinas y aparatos para la industria lechera, Las demás máquinas y herramientas para trabajar madera, Cosechadoras-trilladoras, Máquinas y aparatos para la preparación de frutos u hortalizas, entre otras.
Durante los primeros tres meses de 2005 el comercio exterior de productos silvoagropecuarios anotó un saldo positivo en balanza comercial de 1.658 millones de dólares, con exportaciones por 2.067 millones de dólares e importaciones por 409 millones.
En sintonía con los indicadores de actividad sectorial, la tasa de desocupación de la agricultura bajó a 2,9% en el trimestre finalizado en febrero de 2005.
Entre estas malas y buenas noticias, los Obispos de la Conferencia Episcopal de Chile, reunidos en Punta de Tralca, declararon que constataban que en nuestra patria se siguen manifestando signos de mayor acceso a la justicia, entendimientos que ayer parecían imposibles, crecimiento económico y desarrollo estructural, más equidad en la educación, etc. Señalaron, por otra parte, que las diferencias sociales, manifestadas en calidad de vivienda, acceso a bienes de consumo, salud, educación, salario, etc., alcanzan niveles escandalosos, mientras la equidad y la globalización de la solidaridad siguen siendo un desafío que aún espera respuestas urgentes.