Categorías: Artículos
Introducción
A diez años del inicio de este Programa, bien vale la pena hacer un recuento de lo que ha sido su funcionamiento y aporte al sector agropecuario nacional.
Como precursoras de este Programa se deben mencionar dos iniciativas: desde el punto de vista de la experiencia de terreno el Programa de Bonificación de Fertilizantes para Praderas Naturalizadas de la Zona Austral de Chile, implementado por el INIA en 1993, y la Bonificación al Establecimiento y Mejoramiento de Praderas en las regiones VIII a X, medida establecida por el MINAGRI en 1995, en el marco de un conjunto de iniciativas de apoyo a aquellos rubros y productores(as) que podrían verse afectados por la asociación de Chile al Mercosur y por la rebaja de aranceles.
También tiene una gran importancia en el origen del Programa el hecho que los suelos de las regiones del centro-sur del país (VII a X) tienen un fuerte déficit de fósforo disponible para las plantas y exceso de acidez, factores que limitan seriamente el desarrollo de cultivos y praderas.
Teniendo presentes las consideraciones señaladas, en 1997 se dio inicio al «Plan de Recuperación de la Productividad de los Suelos», el cual, además del fomento al establecimiento de las praderas que ya estaba en curso, incorporó los subprogramas de fertilización fosfatada y de enmiendas calcáreas. En 1998 este Programa se amplió a todo el territorio nacional, agregándose dos nuevos subprogramas: conservación de suelos y rehabilitación de suelos, tomando el nombre de Programa para la Recuperación de Suelos Degradados.
Posteriormente, en 1999, este Programa, bajo el nombre de Sistema de Incentivos para la Recuperación de Suelos Degradados (SIRSD o Programa para efectos del presente artículo), adquirió un marco legal, con la ley N° 19.604, el DFL 235 y el reglamento respectivo, asegurando un presupuesto por 10 años a partir de dicha fecha, lo que se materializa con la asignación anual de recursos al INDAP y al SAG en la ley de presupuesto de la Nación.
Objetivo
El SIRSD tiene por objetivo fomentar el uso de prácticas e insumos que permitan detener o revertir los procesos de degradación de los suelos y recuperar sus niveles de productividad, generando así mejores condiciones para la incorporación de los agricultores a los procesos productivos y a los mercados nacionales y extranjeros.
Funcionamiento
Este Programa se desarrolla en todas las regiones del país y en él tienen una importante participación tanto el sector público como el privado. El sector público, a través del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), bajo la coordinación de la Subsecretaría de Agricultura y ODEPA, ejecuta este programa. INDAP asigna los incentivos a los pequeños productores, según lo establecido en la Ley 18.910 orgánica de INDAP, y el SAG atiende a todo tipo de agricultores, excepto a aquellos pequeños propietarios que en el mismo año hayan obtenido el beneficio a través de INDAP. Los actores del sector privado que participan en este programa son los operadores, profesionales del agro que confeccionan los planes de manejo y toman las muestras de suelos; los laboratorios acreditados que realizan los análisis de suelos, y los agricultores, que son los beneficiarios directos. La instancia de participación que en cada región coordina la ejecución del Programa es el Comité Técnico Regional del SIRSD y en éste están representados actores públicos (SEREMI, SAG, INDAP, INIA y CONAF) y privados (asociaciones gremiales de productores, de operadores, académicos y otros). Este Comité tiene por objeto coordinar y focalizar el programa en la región, velar porque éste se ejecute en coherencia con la política agraria diseñada por el MINAGRI y proponer las bases de los concursos del SAG.
El Programa tiene los siguientes programas específicos o subprogramas:
- Fertilización Fosfatada, que incentiva el uso de una dosis de fertilización de corrección en suelos deficitarios, mediante un incentivo de hasta un 80% de los costos netos.
- Enmiendas Calcáreas, que busca reducir el grado de acidez o neutralizar la toxicidad del aluminio, mediante un incentivo de hasta un 80% de los costos netos de la incorporación de productos equivalentes a carbonato de calcio.
- Conservación de Suelos, que fomenta prácticas que evitan o disminuyen las pérdidas físicas de los suelos, bonificando hasta un 80% de los costos netos de las técnicas de manejo incorporadas.
- Establecimiento y Regeneración de Praderas, que se orienta a obtener una cubierta vegetal permanente en suelos degradados, bonificando hasta un 50% de los costos netos.
- Rehabilitación de Suelos, que promueve prácticas para eliminar los impedimentos físicos o químicos de suelos aptos para fines agropecuarios, bonificando hasta un 50% de los costos netos.
Evolución de los principales indicadores
Durante estos diez años, considerando desde el año 1996 hasta 2005, este Programa, que ha sido la iniciativa de mayor envergadura de las últimas décadas en inversión pública destinada a recuperar el recurso suelo, ha intervenido 2.050.000 hectáreas y beneficiado a más de 315.0001 agricultores, con más de $ 170.000 millones (en moneda de 2004) entregados en bonificaciones efectivas.
Con respecto a los indicadores señalados, es interesante destacar lo siguiente:
- El programa ha tenido una fuerte concentración entre las regiones VII a X, observándose que en ellas está el 90 % de los agricultores(as) favorecidos(as), el 89 % de la superficie intervenida y el 75 % de los subsidios entregados en el periodo 1996-2005. Se destaca especialmente la X Región con un 38 % de los agricultores(as), un 38 % de la superficie y un 41 % de los recursos colocados.
Lo anterior se explica por varias razones y condiciones que existen en estas regiones, que generan una mayor demanda por los incentivos que otorga el Programa.
- Las estadísticas por programa específico, tanto en INDAP como en el SAG, están disponibles desde el año 2000. Según estos antecedentes, en el periodo 2000-2004, el programa específico con mayor demanda fue el de conservación de suelos2, que ocupa el 31% de los recursos; seguido del programa fertilización fosfatada, con un 25%, y el de praderas, con un 22%, respectivamente. El programa específico con menor demanda es el de enmiendas calcáreas, con un 9% de los recursos (cuadro N° 1).
Cuadro N° 1. Distribución de montos bonificados por subprograma. 2000 a 2004 ((%) – Temporadas 2000 a 2004) |
Año
Fertilización fosfatada
Enmiendas calcáreas
Praderas
Conservación de suelos
Rehabilitación de suelos
2000
29,56
4,41
29,44
23,57
13,02
2001
14,62
6,96
28,74
34,43
15,26
2002
27,41
9,65
16,95
31,32
14,66
2003
27,85
9,56
17,72
33,41
11,46
2004
26,82
12,36
17,22
32,37
11,23
Total
24,93
8,54
22,16
31,16
13,21
Fuente: ODEPA, con antecedentes de las bases de datos del SIRSD
de INDAP y SAG.
- La producción ganadera, de carne y de leche accede al SIRSD con la mayor superficie, tanto en INDAP como en SAG. La mayoría de los planes de manejo que se presentan al SIRSD declaran que la superficie por mejorar se destina o se destinará a praderas y para ello postulan tanto al programa específico de praderas como al de fertilización fosfatada y al de enmiendas calcáreas. Aunque esta tendencia se observa en ambas instituciones, hay algunas diferencias entre ellas. Es así como, dentro de la superficie bonificada por el SAG en 2003, el 65% correspondió a praderas, en tanto en el caso del INDAP, si bien la superficie de praderas es mayoritaria, lo es en menor medida y corresponde a sólo el 35% en ese año3.
- Debido al distinto tipo y tamaño de agricultores que atiende cada institución, se observan importantes diferencias, tales como el mayor monto promedio que reciben los usuarios del SAG comparado con el que obtienen los de INDAP ($ 2.260.000 y $ 335.000, respectivamente); el mayor monto promedio por hectárea que reciben los usuarios del INDAP en relación a los del SAG ($ 104.000 y $ 85.000, respectivamente) y la mayor superficie promedio que incorporan al SIRSD los usuarios del SAG en relación a los de INDAP, de 26 y 3 ha, respectivamente.
- El presupuesto global del SIRSD tuvo un importante incremento en el año 2000 respecto de los anteriores, estabilizándose entre $ 23.000 y $ 25.000 millones, lo que coincide con la publicación de la ley N° 19.604 y del DFL 235. Sin embargo, ha tenido fuertes variaciones entre las instituciones ejecutoras. En efecto, desde el año 2002 el presupuesto de INDAP se ha incrementado de manera importante, a la vez que el del SAG ha disminuido, lo que en la práctica representa un fortalecimiento del apoyo a los pequeños agricultores usuarios de INDAP.
Cuadro N° 2. Asignaciones aprobadas en la ley de presupuestos
de cada año para la ejecución del SIRSD en INDAP
y SAG
(miles de $ de cada año).
AÑOS
INDAP
SAG
TOTAL
1996*
575.100
844.081
1.419.181
1997
2.021.640
4.318.000
6.339.640
1998
3.095.001
5.605.192
8.700.193
1999
7.639.935
8.639.936
16.279.871
2000
11.621.413
14.077.414
25.698.827
2001
10.288.758
12.864.084
23.152.842
2002
12.669.709
12.231.871
24.901.580
2003
13.806.406
11.261.331
25.067.737
2004
14.052.289
9.038.914
23.091.203
2005
15.223.953
9.117.692
24.341.645
2006
15.450.000
10.421.223
25.871.223
Fuente: Unidad de Programación y Evaluación de
Gestión. Subsecretaría de Agricultura.
Nota: * Año 1996: la cifra de INDAP corresponde a lo presupuestado
originalmente para esta materia en el ítem Reconversión
Agrícola (que además incluía recursos para
vides y reconversión de arroz). En SAG corresponde
al ítem Praderas y Vides (cifra estimada).
Una mirada desde el punto de vista del género
Las estadísticas desagregadas por género están disponibles en el SAG desde el año 2000 y en el INDAP desde el año 2003. A continuación se presenta un análisis con enfoque de género de los indicadores del SIRSD.
En INDAP
del SIRSD y de INDAP por sexo.
Año
Número de usuarios
%
Número de usuarias
%
Bonificación (miles $)
2003
26.265
76,8
7.296
23,2
11.332.500
2004
26.158
75,5
8.485
24,5
12.997.114
2005
23.852
75,3
7.826
24,7
13.155.902
Fuente: base de datos SIRSD de INDAP.
Se puede apreciar que el porcentaje de usuarias del SIRSD en INDAP prácticamente se ha mantenido igual en estos tres años, alrededor del 24%, y el de usuarios, en el 76%, y el importante aumento del monto promedio del subsidio que han recibido en estos tres años los pequeños agricultores de INDAP, simultáneo con una fuerte reducción del número de beneficiarios,
Estos resultados coinciden con datos que señalan un 22% de mujeres dentro de las categorías de pequeños empresarios y productores de subsistencia. Es posible concluir, entonces, que no existirían dificultades para las mujeres en el acceso a este programa.
En el SAG
Cuadro N° 4. Distribución de beneficiarios del SIRSD
y del SAG por sexo.
Año
Número de usuarios
%
Número de usuarias
%
Personas jurídicas
Bonificación (miles $)
2000
2.512
79,3
656
20,7
611
12.028.236
2001
3.345
77,7
961
22,3
584
14.030.863
2002
3.600
72,8
1.343
27,2
626
10.541.938
2003
2.961
71,9
1.156
28,1
644
10.054.110
2004
2.387
72,9
889
27,1
562
8.424.449
2005*
2.537
73,3
923
26,7
669
9.335.113
Fuente: base de datos del SIRSD del SAG.
Nota: *Año 2005: las cifras corresponden a los planes
de manejo comprometidos, es decir, son provisorias.
Aunque se observan fuertes fluctuaciones en términos absolutos, es posible apreciar un incremento en el porcentaje de usuarias que atiende el SAG, ya que de un 20,7% en el año 2000 se ha estabilizado en un nivel cercano a 27% en los últimos cuatro años.
Si se compara el porcentaje promedio de atención de usuarias y usuarios entre ambas instituciones, 24% y 76% en INDAP y 27% y 73% en el SAG, respectivamente, se observa que en el SAG el porcentaje de atención a agricultoras es levemente mayor que en el INDAP.
1 Respecto a este indicador, hay que considerar que la mayoría de los productores corresponde a pequeños propietarios que atendió INDAP ( 278.000, lo que es el 88%), en tanto el SAG atendió a 37.000 productores (12%), principalmente medianos y grandes.
2 Las principales prácticas de este programa específico son la cero labranza, manejo de rastrojos, construcción de cercos, aplicación de guanos y compost, incorporación de abono verde, uso de arado cincel y subsolador, construcción de zanjas de infiltración y canales de desviación.
3 Estas cifras están contenidas en informes sobre estructura predial post intervención del SIRSD, que tanto INDAP como el SAG elaboraron para la DIPRES como parte de sus compromisos institucionales.
Patricio Grez Marchant