India es el tercer país, después de Corea y Japón, con el que Chile tiene gran interés por firmar tratados comerciales. La ventaja de un acuerdo con este mercado, más que la magnitud de su población, estriba en que la economía hindú tiene altos aranceles los que además son escalonados, por lo que es casi imposible ingresar a él sin un tratado que los elimine. Por otro lado, la apertura comercial que se está produciendo en la India, así como el incesante traslado de población desde el área rural a la urbana, lo hace muy atractivo para productos agroindustriales y forestales. Por ello, conviene examinar el estado reciente del comercio con la nación asiática.
Actualmente, la población de India asciende a 967 millones de personas, cerca de 65 veces el mercado de Chile. Un repaso realizado a las exportaciones silvoagropecuarias desde nuestro país hacia la India en los primeros semestres del último trienio (2000 – 2002), revela tres aspectos de interés: uno es que los escasos productos que se envían con regularidad están muy concentrados; otra es que existen productos importantes que Chile exporta tradicionalmente y en los que se podría intensificar las ventas ya que aparecen en uno o dos de los tres períodos revisados pero con volúmenes y valores muy reducidos, y la tercera es que el primer semestre del 2002 revela la gran potencialidad que pueden adquirir los envíos hacia este mercado, al expandirse de manera violenta las magnitudes del comercio sectorial.
Este comercio se concentra básicamente en sólo dos productos: papel prensa (para periódico) que inició en 2002 sus envíos, y almendras con cáscara, frescas o secas. Ambos suman en el primer semestre de 2002 un valor de 3,4 millones de dólares que representa el 93% de las exportaciones del sector pero que implican un 843% de aumento respecto del primer semestre de 2001.
Sin embargo de lo anterior, aparecen en los tres años mencionados, productos como: celulosa cruda, vino con denominación de origen y los demás vinos, con volúmenes y valores de escasa magnitud comparados con el total que Chile exporta de ellos. Por otro lado, otros productos de importancia aparecen en el año 2000 unos y luego se silencian o en el 2001 y sucede lo mismo. Este es el caso de kiwis, cueros y pieles apergaminados, frambuesas, manzanas y celulosa blanqueada de conífera.
En todo caso, y como ya se mencionó, entre el primer semestre de 2001 y similar de 2002, las exportaciones agrícolas a India pasaron de 170.000 dólares a 1,4 millones, y las forestales lo hicieron desde 218.000 dólares a 2,3 millones. Esto demuestra la gran potencialidad que podría alcanzar este mercado de darse una penetración y consolidación de mayor contenido en la gestión y marketing de los productos que la población hindú prefiere.
