Al comparar la producción de carne bovina durante el primer semestre del año con la del mismo período de 2021 se mantiene la tendencia a la baja, la producción fue de 13.309 toneladas, un 12,2% menos que 2021. La faena total alcanzó las 372.188 cabezas, 13,3% inferior a 2021. Dentro de los vacunos, se acentúa la disminución en la categoría novillos, que en los primeros seis meses del año acumula una baja de 15%, siguiendo el mismo comportamiento la faena de vacas y vaquillas continúa a la baja, con disminuciones de 6% y 17%, respectivamente.
En lo que respecta a precios promedio de ganado, todas las categorías muestran variaciones positivas en el precio respecto al año pasado, para el novillo gordo registra un alza en pesos reales de 3,7%, alcanzando los $2.104/kg, mientras que la categoría de vacas gordas y ternero acumulan una variación de 22,6 y 18,6%, situándose en los $1.414/kg y $2.025/kg, respectivamente.
Ahora si observamos la variación mensual del precio de la categoría novillo gordo a nivel nacional, se observa una tendencia a la baja desde marzo de este año. La variación de julio con respecto a junio fue de -0,9%, alcanzando los $2.073/kg.
Al observar las cifras de comercio exterior, se sigue observando un aumento importante de las exportaciones de carne bovina, siendo China el principal destino en el volumen acumulado. En julio se exportaron 3.022 toneladas de carne bovina, por un valor de US$ 17 millones.
Hasta julio las importaciones alcanzaron las 135.669 toneladas, 12,2% menos que en el año anterior. Paraguay continúa siendo el principal proveedor con el 53% de las importaciones, le siguen Brasil y Argentina, con 30% y 9,2% de participación, respectivamente. En julio se importó un 45% menos de carne de vacuno que en el mismo mes de 2021.
Los reportes internacionales señalan que existe expectación por el conflicto bélico entre China y Taiwán, pero por el momento la demanda sigue al alza, sobre todo por cuartos de vacas con hueso, el principal producto exportado desde Chile.
Tanto para Europa como para Estados Unidos, se registra lentitud en las compras, tanto por aumento de suministros internos, en el caso de USA, como por una disminución en la demanda por parte del retail en Europa.
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