Categorías: Dinámica Productiva y Comercial
Una producción cercana a los 18 millones de quintales se estima que logrará el trigo harinero en esta temporada 2003/04. A esto se suma la producción de 650.000 qq esperada para el trigo candeal.
La superficie destinada a trigo fue de aproximadamente 414.000 hectáreas, de las cuales 11.000 ha corresponderían a trigo candeal. Aun cuando esta superficie es menor que la del año anterior, los buenos rendimientos que se han obtenido llevan a que la estimación de producción nacional supere a la de esa temporada.
Las excelentes condiciones meteorológicas (humedad, temperatura y luminosidad) que se presentaron en la zona sur del país fueron determinantes para el adecuado desarrollo de este cereal, lo que, sumado a una baja incidencia de enfermedades foliares, resultó en un buen llenado del grano. La VIII Región fue una de las más beneficiadas y mostró un incremento en los rendimientos promedio de alrededor de 9%, llegando a cerca de 44 qq/ha e igualando incluso a los rendimientos promedio de la IX Región.
Así mismo, la calidad industrial del grano ha sido muy buena, con un alto peso del hectólitro, estrechamente relacionado con el rendimiento de harina, y con altos porcentajes de proteína, lo que incluso ha derivado en que no sea necesario recurrir a mezclar el trigo nacional con trigo importado.
Este excelente panorama productivo ha tenido su contrapunto en la comercialización. Si bien los precios comenzaron con niveles cercanos a $ 11.000/qq (puesto Temuco), posteriormente descendieron a niveles incluso inferiores a $ 9.000/qq. Esta situación se produjo porque la industria molinera también vislumbró un aumento en la producción, a lo que también se sumó la caída en el valor del dólar. Cabe señalar que a la producción estimada de 18 millones de quintales se debe descontar la parte que será utilizada para semillas, alimentación de salmones y autoconsumo, lo que en conjunto alcanzaría unos 2.500.000 de quintales, por lo que se estima que será necesario importar alrededor de 200 mil a 300 mil toneladas para satisfacer las necesidades de molienda y del stock de enlace.
Actualmente, los precios base Temuco fluctúan entre $ 9.000/qq para los trigos suaves y 9.500 para los trigos fuertes (con mayor contenido de proteína). Con estos precios los productores deberían obtener una rentabilidad positiva.
En relación al porcentaje de la cosecha que se estaría guardando en espera de mejores condiciones de precios, no existe una estimación clara, pero se presume que sería de alrededor de un 35%. El precio internacional continúa alto; sin embargo, el bajo valor del dólar condiciona el nivel interno de las cotizaciones. Se estima que los agricultores están vendiendo de acuerdo al monto de sus obligaciones financieras.
Otro cereal, la avena, se encuentra en una complicada situación. La gran cantidad de hectáreas dedicadas a este cultivo:123.000 ha (el promedio de los últimos años era cercano a las 90.000 ha), unida a las ya mencionadas buenas condiciones meteorológicas, hacen estimar una cosecha superior a 500.000 toneladas. Este gran volumen ha hecho que las cotizaciones caigan desde $ 90/kg que se pagaba durante el año pasado a $ 32/kg (base Temuco) que es lo que se ofrece en la actualidad.
Las posibilidades de exportación de este grano, si bien son buenas, están enfrentando la competencia de países como Estados Unidos, Canadá y Australia, lo que ha complicado nuestras exportaciones, ya que estos países negocian su producto en forma más organizada, con los consiguientes beneficios para ellos.
De todos modos, se estima que la exportación de avena procesada será de alrededor de 100.000 toneladas, lo que, sumado a las exportaciones de avena sin procesar y al consumo interno en la alimentación animal (aves y porcinos, principalmente) deja un superávit del producto, que está siendo utilizado en la alimentación de rumiantes (carne y leche).
Aun siendo la avena parte importante de las rotaciones de trigo en el sur, se vislumbra que este resultado económico incidirá en una baja de superficie dedicada a este grano en la próxima temporada 2004/05, la que preliminarmente se estima que no sobrepasará las 90.000 hectáreas. Esto traerá aparejado un incremento en la superficie de trigo. En este escenario es preciso prevenir las posibles complicaciones derivadas de esta situación, las que tienen que ver con la inconveniencia de la repetición trigo sobre trigo, por el aumento en la probabilidad de incidencia de mal de pie.