Categorías: Dinámica Productiva y Comercial
Preocupación existe entre los molineros y los productores de trigo, maíz y aves por el aumento en las importaciones de harina de trigo y carne de ave provenientes desde Argentina. En efecto, las importaciones de harina de trigo alcanzaron en el período enero a julio de este año 2.642 toneladas, en comparación con las 662 toneladas importadas hasta la misma fecha en el año anterior. En el mismo período, las internaciones de carne de ave argentina aumentaron desde 712 toneladas en el año 2003 a 5.480 toneladas en este año.
En el caso de las harinas de trigo, las importaciones realizadas hasta julio desde argentina representan aproximadamente un 0,4% del consumo nacional y, si bien por ahora no son las responsables directas de la baja de los precios del trigo, que está relacionada con la disminución del precio internacional, constituyen una amenaza latente que intranquiliza a los productores y molineros nacionales.
De manera similar, las importaciones de carne de aves representan entre un 2 y 2,5% de la oferta nacional, lo que, dada la tasa de aumento de las internaciones, se constituye en una señal de alerta.
El impuesto a la exportación que mantiene el país transandino, que grava en menor medida los productos con valor agregado, aplicando por tanto un mayor impuesto a los productos básicos, hace que los costos de producción de carne de ave sean inferiores para los productores argentinos, en comparación con los costos de los productores nacionales. No obstante, los impuestos mencionados no contravienen la normativa OMC, por lo que no es posible apelar a este organismo rector para tratar de corregir la distorsión. Por esta razón, se están llevando a cabo conversaciones bilaterales con el objeto de intentar que se eliminen estos gravámenes en la exportación a países asociados al MERCOSUR.
De continuar con un aumento significativo de las importaciones y que se produzcan a bajos precios, constituyéndose de este modo en un grave perjuicio para la actividad nacional, sería posible solicitar a la Comisión de Distorsiones la aplicación de salvaguardias, por lo que habrá que estar atentos al desarrollo de esta situación.
A pesar de esto, los productores y exportadores de carne de ave también recibieron noticias más alegres, las que se refieren a la información dada a conocer por el SAG, en los primeros días de septiembre, en relación con la existencia de avances en el protocolo que permitirá que la carne de ave chilena ingrese a China y viceversa, proceso que estaba suspendido por el caso de influenza aviar registrado en la Quinta Región en el año 2002.
Para los productores de maíz, la importación de carne de ave desde la Argentina ha puesto en duda la concreción del aumento de superficie esperado para esta temporada, estimado en alrededor de un 10%. El precio del maíz ha tenido una baja desde $92 /kg a $86/kg y, si bien este último precio sigue siendo rentable para los productores, la incertidumbre provocada por el aumento en las internaciones no permite tener tranquilidad sobre el nivel de precios de este cereal.
La exportación frutícola finalizó su temporada con un aumento de 11,5% en los envíos, pasando de 188,9 millones de cajas exportadas en la temporada 2002/03 (1 de agosto al 30 de septiembre del año siguiente) a 210,6 millones de cajas en esta temporada, constituyendo un nuevo récord. Cabe recordar que en la temporada 1989/90 se exportaron 111,7 millones de cajas, las que han venido incrementándose, con las fluctuaciones propias de los problemas meteorológicos, hasta superar los 200 millones de cajas exportadas en esta temporada.
En los últimos años, los países de destino no han variado en su orden de importancia, manteniendo Estados Unidos la delantera, seguido de la Unión Europea, América Latina, Lejano Oriente y finalmente el Medio Oriente. No obstante, las participaciones han tenido algunas variaciones, como es el caso de la Unión Europea que en esta temporada recuperó su porcentaje, con alrededor de un tercio de los envíos. La concreción del acuerdo con dicho conglomerado, la favorable relación euro versus dólar y la mayor cantidad de países que integran la Unión han incidido en este incremento.
América Latina ha venido disminuyendo su participación, con un 12% en la actualidad, la que se ha visto afectada más profundamente en los últimos años por las crisis económicas de Brasil y Argentina. Cabe destacar que México se ha convertido en un interesante comprador de fruta fresca.
El Medio y el Lejano Oriente han mantenido sus participaciones en torno a 4 y 7%, respectivamente.
En el futuro se espera que Europa continúe aumentando las compras de frutas frescas, aunque el valor del flete siempre será caro, y que los eventuales acuerdos comerciales con China e India incrementen la participación del Lejano Oriente en nuestros embarques.
En cuanto a las regiones de origen de nuestra fruta, la VI Región continúa siendo la mayor productora, con 62.420 hectáreas (29,2%), seguida de la Región Metropolitana y la V Región, con participaciones de 20,9% y 15,2 % respectivamente. Cabe señalar que en las «otras regiones» (no comprendidas entre la III y la VIII regiones), se constatan aumentos en la oferta de manzanas, arándanos, peras asiáticas, frambuesas y, en menor medida, de cerezas.
Finalmente, es preciso destacar que, si bien uvas, manzanas y carozos continúan siendo el grueso de las especies exportadas por nuestro país, se ha producido un significativo incremento en las exportaciones de arándanos, paltas, cerezas y clementinas.