Categorías: Dinámica Productiva y Comercial
En el sector frutícola se observa que hasta mediados de abril último se había embarcado alrededor del 80% del volumen total exportado en la temporada anterior. La situación particular de cada tipo de fruta es la siguiente: los carozos (cerezas, damascos, duraznos, nectarines y ciruelas) están embarcados prácticamente en su totalidad; en uva de mesa se ha exportado sobre el 90%; en peras está materializado el 80%; en manzanas se encuentra exportado alrededor de 50%, y en kiwis, se ha embarcado cerca de 40%.
Según los antecedentes de ASOEX, basados en registros del SAG, hasta el 13 de abril recién pasado, en la presente temporada (iniciada el 1 de septiembre de 2002) se habían exportado 145 millones de cajas de frutas, 9% más que los 133 millones embarcados a igual fecha de la temporada anterior. Algunos de los aumentos más destacados corresponden a uva, con un 12,7% de incremento, y a nectarines y duraznos, que evidencian recuperaciones de 14% y 18%, respectivamente, luego de una importante disminución que habían experimentado en la temporada anterior. Las ciruelas, por su parte, muestran un moderado 4% de aumento.
La uva de mesa, en conjunto, exhibe un aumento de 12,7%. La participación por variedad sobre los 81,3 millones de cajas embarcadas hasta la fecha indica los siguientes porcentajes: Thompson Seedless, 32%; Red Globe, 26%; Flame Seedless, 16%; Crimson Seedless, 9%, y Sugraone, 5%. El resto se distribuye en las otras variedades Seedless, además de Perlette y Ribier, esta última en franca retirada. Respecto a estas cifras cabe destacar el notable incremento de la III Región (17,8%) y los significativos aumentos de las variedades Crimson Seedless (83%), Sugraone (18%) y Red Globe (13%).
Estados Unidos es el principal mercado para uvas y para carozos. Respecto a las primeras, hasta la fecha señalada se le ha destinado el 60% del volumen exportado de la especie, exhibiendo un aumento de 10% respecto a la temporada anterior. Europa ha recibido un 20% de estos envíos y muestra una variación de 23%. El Lejano Oriente, cuyos principales mercados son Hong Kong, Japón y Corea, participa del 7% de estos embarques, al igual que América Latina. Los aumentos respectivos de estas dos últimas zonas han sido de 12% y 2%, advirtiéndose que en América Latina han sido las compras de México las que han permitido mantener la participación de esta área en el porcentaje señalado. Respecto a los mercados árabes, aunque aumentaron cerca de 16% la recepción de uva, mantienen su participación entre 2% y 3 % del total de estas exportaciones. Por otro lado, también se debe destacar que los aumentos de envíos a Europa responden más a las condiciones cambiarias favorables (euro-dólar), que hacen más interesante este mercado, que al efecto de la entrada en vigencia (1° de febrero) de los beneficios arancelarios otorgados a través del acuerdo Chile-UE, los que sí se espera sean notorios en la próxima temporada.
Según INGLOBO y DECOFRUT, en esta temporada los precios de las diversas variedades de uva en Estados Unidos a menudo han estado algo más bajos que en las anteriores, principalmente debido a diversos factores meteorológicos (días de muy bajas temperaturas, que en algunos momentos dificultaron el flujo de las ventas); a una calidad irregular de cierta fruta chilena, por efectos de temperaturas muy fluctuantes y lluvias inesperadas que se registraron en primavera y verano en la mayoría de los países del hemisferio sur, así como también por los notorios aumentos de los envíos de uva chilena. A estos últimos se agregaron ventas mayores de fruta local, como frutillas, y de uvas tempranas, como Perlette, Sugraone y Flame Seedless, desde mediados de abril.
En la producción hortícola se destaca que este año se espera una baja oferta de papas, principalmente porque hubo una disminución de siembras del 8,7% respecto al área de cultivo de la temporada 2001/02, así como también debido a un atraso importante de estas en la zona sur, producto de intensas lluvias en la época correspondiente. También han influido algunos daños por heladas, lo que seguramente causará importantes disminuciones de rendimientos. Por todo esto se pronostica que el año 2003 será de baja oferta interna y altos precios, los que podrían observarse a partir de junio.
En lo referente a los cereales, la cosecha de maíz en la VI Región se encuentra finalizada en cerca del 50% de la superficie sembrada. Un porcentaje algo menor estaría cosechado en la VII Región. Además, debido a que cerca del 10% de las siembras de la VI Región fueron con variedades de período vegetativo intermedio, en vez de las habituales variedades de largo período vegetativo, se espera una baja de rendimientos, estimándose actualmente que ésta sería del orden de 8% a 10% del rendimiento promedio de la región. Esto, en todo caso, es considerablemente menor que lo que se había previsto inicialmente. En la VII Región, donde lo usual es que predominen variedades de período de desarrollo intermedio, se estarían obteniendo rendimientos similares a los habituales.
Por otro lado se destaca el establecimiento de dos nuevas plantas para secado, recepción y acopio del cereal en la VII Región, así como la instalación de un laboratorio de análisis de cereales en la VI Región, que será un valioso elemento de apoyo a los productores y que aportará transparencia a la comercialización, pues no sólo efectúa análisis del peso del hectolitro, sino que además evalúa niveles de proteína y energía del grano, lo que facilitará la comercialización en función de la verdadera calidad del producto.
En cuanto a arroz, se encuentra cosechada entre 45% y 50% de la superficie sembrada, apreciándose una disminución del orden de 20% en los rendimientos agronómicos. También se detecta una baja del rendimiento industrial, que estaría situándose entre un 46% y un 48%, siendo normalmente de 50% a 52%. Por otro lado, se destaca la realización de un seminario, efectuado en Parral, para dar a conocer los resultados de la gira a Australia de productores, investigadores, parlamentarios y funcionarios del MINAGRI. En este evento se destacó la necesidad de incorporar el Rice Check como un método fundamental para lograr una transferencia tecnológica adecuada. Éste es un sistema de transferencia tecnológica colaborativa, en que cada uno de los integrantes del grupo va reseñando su experiencia en materia de tecnología y de común acuerdo con el grupo se toman las decisiones en las distintas fases tecnológicas del cultivo. También quedó de manifiesto la necesidad de que los productores robustezcan su capacidad organizativa y en un corto plazo traten de llegar a industrializar una parte importante de su producción.
Los antecedentes sobre la producción láctea nacional indican, extraoficialmente, que durante el primer trimestre de 2003 la recepción en plantas habría sido de un volumen parecido al de igual período del año 2002, alcanzando cerca de 380 millones de litros. Lo anterior significaría una moderación de las fuertes caídas en la venta de leche a las industrias en el último trimestre de la temporada pasada, que en la zona sur alcanzaron cerca de 8% en promedio, respecto de igual período del año 2001.
En la X Región, a diferencia del resto del país, la compra de leche del primer trimestre habría sido superior a la de igual período del año anterior, debido a que en los primeros meses de 2002 se verificó una sequía estival mayor que la normal, afectando aún más el crecimiento de los pastos de esa época. Durante este año se han presentado lluvias escasas en la segunda quincena de marzo y en el mes de abril, lo que no ha permitido una adecuada recuperación de los pastos, como sí ocurrió en el año anterior. Esto ha obligado a abrir silos prematuramente, los que, debido a la primavera húmeda, no son de buena calidad. Tampoco los productores han estado dispuestos a dar mucho concentrado, como consecuencia del bajo precio de la leche y las alzas que han tenido estos insum
os.
Lo anterior está repercutiendo en el nivel de producción y la entrega a plantas, lo que se notará con más intensidad en el mes de abril, en que la recepción de leche podría retroceder, dependiendo de la zona. Se estima que este efecto sería de entre 10% y 20% en relación a igual mes del año anterior, incrementando la incertidumbre respecto a cómo proseguirá la temporada a partir de mayo, a pesar de los mayores precios que seguramente regirán a partir del quinto mes del año, cuando generalmente empiezan las bonificaciones de invierno.
Si no cambia el escenario meteorológico y de precios, para todo el año 2003 se espera una recepción inferior a la alcanzada en 2002.