Andrea García, directora de Odepa, señaló que “La sostenibilidad de los sistemas productivos agropecuarios es una de las bases del quehacer del Ministerio de Agricultura. Reconocemos la labor de las y los productoras (es) de ganado para producir alimentos de calidad…”
La semana pasada concluyó la “Primera Conferencia Ministerial de Sistemas Alimentarios Bajos en Emisiones” en que se abordó el desafío de la reducción de metano en la agricultura. En esta ocasión se congregó a ministros de Agricultura y de Medio Ambiente, expertos y representantes de organizaciones internacionales, sector privado, academia y sociedad civil. El objetivo fue sostener una discusión de alto nivel sobre los desafíos, avances y oportunidades en la disminución de emisiones de metano del sector.
Y es que la agricultura tiene algo que decir, porque es concretamente parte de la solución que aqueja. Por ejemplo, es el caso de la ganadería. La producción ganadera de Latinoamérica apuesta por la sustentabilidad de sus sistemas productivos, dando respuesta a la necesidad de proveer alimentos de forma segura y suficiente a la población. De forma que mantenga y proteja los ecosistemas naturales y que contribuya a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Chile se ha adherido a esa tendencia, levantándose distintas iniciativas para promover una ganadería sustentable.
Andrea García, directora de Odepa, señaló que “La sostenibilidad de los sistemas productivos agropecuarios es una de las bases del quehacer del Ministerio de Agricultura. Reconocemos la labor de las y los productoras (es) de ganado para producir alimentos de calidad, generando empleo en las regiones y siendo un rubro caracterizado de especial interés, puesto que varias personas pertenecen a la Agricultura Familiar Campesina, que tienen una importancia clave en la agricultura.
Por mencionar un ejemplo, está el caso de “Potreros de Carbono”, que es una iniciativa de granjas familiares y de pequeños productores en Chile, que comenzó a través de una alianza entre Carnes Andes Sur y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) del Ministerio de Agricultura de Chile, que busca adaptarse al escenario del cambio climático, mejorando la calidad y productividad de los suelos e implementando prácticas regenerativas para el secuestro de carbono.
En Chile, “Potreros de Carbono” ha entregado resultados positivos, comenzando con tres predios y aumentando a siete a medida que avanzó el proyecto. Entre los resultados destaca el aumento en la salud del suelo, su cobertura y biodiversidad, permitiendo tener más animales en la misma superficie, mayor oferta de forraje en sus predios y un uso más ordenado de su pastizal, logrando una disminución importante en los costos de producción.
El Ministerio de Agricultura de Chile busca opciones para aumentar estas experiencias en la ganadería familiar, por lo que se proyecta empezar una serie de pilotos de ganadería regenerativa que permita difundir y generar experiencia de estas prácticas productivas como una alternativa para una ganadería sostenible.
