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El Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio están creando un nuevo fondo, llamado Servicio de Elaboración de Normas y Fomento del Comercio, como parte de sus esfuerzos para relacionar la ayuda con las oportunidades comerciales en la lucha contra la pobreza.
El fondo -en cooperación con otras organizaciones- alentará importantes nuevos proyectos de los países en desarrollo en esta esfera crítica, ayudándoles a formular y aplicar normas internacionales en materia de inocuidad de los alimentos y preservación de los vegetales y salud de los animales. El objetivo es otorgar subvenciones y ayuda financiera para los proyectos de asistencia técnica en los países en desarrollo mediante una mayor colaboración entre las organizaciones internacionales implicadas.
Está previsto que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) se unan al Banco y a la OMC en la prestación de este servicio. También está prevista la participación del Codex Alimentarius (la organización encargada de la formulación de normas en materia de inocuidad de los alimentos, administrada conjuntamente por la FAO y la OMS) y la secretaría de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria, establecida en la FAO.
Los países en desarrollo dicen que a menudo tienen dificultades para cumplir las normas relativas a las enfermedades y a los agentes contaminantes en sus exportaciones de alimentos a los mercados de países más ricos. El nuevo servicio ayudará a esas naciones a fortalecer y aplicar mejor las medidas en materia de inocuidad de los alimentos y preservación de los vegetales y salud de los animales -un resultado doblemente beneficioso para las naciones desarrolladas y en desarrollo-. Ello contribuirá a allanar el camino de las exportaciones del mundo en desarrollo a los mercados globales, impulsando así el crecimiento y la reducción de la pobreza en los países pobres.
La iniciativa representa además un compromiso concreto del Banco y la OMC para que los países en desarrollo puedan beneficiarse más de los Acuerdos de la OMC, en particular del Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias.
El Banco Mundial ha convenido en proporcionar una suma inicial de 300.000 dólares de EE.UU. para establecer el nuevo fondo y la OMC aportará financiación con cargo al Fondo Fiduciario para el Programa de Doha para el Desarrollo a fin de crear el servicio. La OMC administrará el servicio para ambas organizaciones.
Los miembros del Grupo de los Ocho -reunidos en Kananaskis, Canadá, en el mes de junio- se comprometieron a respaldar nuevas iniciativas en materia de normas, y la OMC y el Banco Mundial esperan que los miembros del G-8 continúen prometiendo nueva financiación para apoyar el servicio.
«Este servicio representa un paso concreto hacia una mayor participación del mundo en desarrollo en el sistema mundial de comercio, de una manera que puede aportar beneficios reales mediante más exportaciones», dijo el Presidente del Banco Mundial, Sr. James Wolfensohn, al anunciar la creación del servicio. «El Banco ha hecho que las normas y las medidas conexas de facilitación del comercio sean una prioridad clave para nuestra institución, y el éxito del servicio es una parte importante de ese compromiso a largo plazo.»
El Director General de la OMC, el Sr. Supachai Panitchpakdi, dijo: «El aumento de la asistencia técnica y la creación de capacidad son esenciales para que los países en desarrollo participen más plenamente en el sistema multilateral de comercio. En la esfera de los reglamentos sanitarios y fitosanitarios los países en desarrollo han tropezado a menudo con dificultades para cumplir las normas fijadas en los países desarrollados. Esta iniciativa del Banco Mundial ayudará en gran medida a los países en desarrollo a cumplir esos importantes reglamentos sanitarios y fitosanitarios y debería facilitar el aumento del comercio y un mayor nivel de vida en el mundo en desarrollo. Celebramos la iniciativa del Banco.»
En una declaración conjunta distribuida en la Conferencia Ministerial de Doha, en noviembre de 2001, los jefes del Banco Mundial, la OMC, la OIE, la FAO y la OMS declararon que estaban comprometidos a trabajar juntos para ayudar a los países en desarrollo para que tengan una mayor participación en la elaboración y la utilización de normas internacionales en la esfera de las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF) (véase el comunicado de prensa 254 en la dirección).
Según estudios del Banco Mundial, África podría obtener al año más de 1.000 millones de dólares del aumento de las exportaciones de nueces, frutos secos y otros productos agrícolas, si participara en la formulación de normas internacionales y aplicara dichas normas. Los estudios del Banco demuestran asimismo que si los gobiernos siguieran normas internacionales en lo que respecta a los residuos de plaguicidas en el banano -en vez de normas nacionales más restrictivas fijadas por muchos países desarrollados- las exportaciones africanas de banano aumentarían en 410 millones de dólares al año. Lo mismo ocurre con la carne de vacuno. La adopción de normas internacionales científicas en lo que respecta a los niveles mínimos de residuos de fármacos veterinarios podría impulsar las exportaciones de carne de vacuno de Sudáfrica en 160 millones de dólares al año, por citar un ejemplo.