Chile ha ratificado el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, convirtiéndose en la 137ª Parte Contratante y aumentando el número de miembros de la región de América del Sur. Tras cumplir los procesos de tramitación legal, el Tratado ha entrado en vigencia para Chile el día de 11 de mayo de 2016.
El Tratado busca la conservación y la utilización sostenible de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de su utilización en armonía con el Convenio sobre la Diversidad Biológica, para una agricultura sostenible y la seguridad alimentaria.
Chile tiene una gran biodiversidad de hábitats, con 5.105 especies de plantas vasculares y 5.739 taxones de plantas, un 50 por ciento de las cuales tiene su origen en el país. Existe un número significativo de variedades antiguas de cultivos tradicionales como papa, maíz, quínoa y frijol (poroto). Chile es centro de origen de la fresa, conocida como frutilla (Fragaria chiloensis), y de la papa (Solanum tuberosum subespecie tuberosum).
El país cuenta con importantes variedades de cultivos tradicionales que se han adaptado a diferentes condiciones agroclimáticas entre ellos de avena, cebada, lenteja, papa, tomate, trigo y ajo.
«Al convertirse en Parte Contratante, Chile tiene acceso automático a un acervo genético mundial de más de 1,7 millones de muestras de cultivos alimentarios reunidos en su sistema multilateral para la investigación, la educación y el mejoramiento», dijo el Secretario del Tratado Internacional Dr. Shakeel Bhatti.
«Chile ha desempeñado un papel de primer orden en la fase de negociación del Tratado y la membresía permitirá a su Gobierno participar más activamente en el proceso de mejora de los principales sistemas operativos del Tratado para mantener y aumentar la relevancia de este instrumento de derecho internacional», añadió.
“Estamos muy satisfechos que nuestro país haya ratificado este acuerdo multilateral que, como Gobierno, presentamos el año 2009 al Congreso Nacional. Es un paso más en nuestro compromiso por la protección y valorización de nuestro patrimonio agroalimentario, a la vez que representa una oportunidad para el desarrollo del sector agrícola”, señaló el Ministro de Agricultura de Chile, señor Carlos Furche.
“Ser Parte Contratante de este Tratado nos permitirá participar en la definición, entre otras materias, de las reglas internacionales sobre acceso y participación en los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos para la alimentación y la agricultura, sumándonos a otros países de nuestra región de América Latina y el Caribe”, añadió el Ministro Furche.
Por su parte, la Representante de la FAO en Chile, Eve Crowley, indicó que con la adhesión a este tratado “Chile adoptará según sus normas nacionales, la protección de los conocimientos tradicionales de interés para los recursos fitogenéticos y el derecho a participar en la distribución, conservación y utilización de los beneficios que se deriven de los recursos”.
El Tratado Internacional reconoce la enorme contribución que han aportado y seguirán aportando los agricultores y las comunidades locales e indígenas de todas las regiones del mundo, en particular los de los centros de origen y diversidad de los cultivos, a la conservación y al desarrollo de los recursos fitogenéticos que conforman la base de la producción agrícola y alimentaria.
Chile es también miembro de la Comisión de Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura de la FAO, y ha presentado dos informes nacionales sobre esta materia. De acuerdo con el último de éstos, Chile conserva alrededor de 67.000 muestras de aproximadamente 600 especies. Sus principales colecciones de cultivos son de cereales, leguminosas, hortalizas y forrajeras, siendo el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), del Ministerio de Agricultura, el principal custodio de estos recursos conservados ex-situ.