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Pérdidas de 2.700 litros por segundo de agua de riego en canales de los ríos Cato y Chillán, en la VIII Región, se detectaron en el estudio de mejoramiento de la eficiencia en la conducción de aguas de riego en canales de la cuenca Itata, realizado por el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN) y la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
El proyecto, desarrollado durante el año 2001, recibió el respaldo económico del Fondo de Desarrollo e Innovación (FDI), de CORFO, y su finalidad fue detectar dónde y por qué se producen pérdidas por conducción y operación de aguas de riego en los canales de esta cuenca.
José Luis Gómez, ingeniero civil a cargo del proyecto, aseguró que los problemas más importantes detectados en los canales de esta zona son la falta de capacidad para conducir la totalidad de los derechos de aguas, debida a bordes bajos y poca pendiente de los canales, y las filtraciones originadas en roturas de muros y trazados paralelos de canales, que propician el traspaso de agua de un cauce a otro, aumentando las pérdidas.
«Si se evitaran todas las pérdidas de agua que hemos detectado y se aumentara la capacidad de los canales, se podría regar al menos 3.800 hectáreas adicionales», afirmó el ingeniero.
El río Cato pierde unos 2.075 l/s, debido principalmente a que no tiene capacidad para conducir la totalidad de los derechos. En tanto, la pérdida de 625 l/s medida en los canales del río Chillán se debe mayoritariamente a la falta de obras y a los problemas de baja pendiente que presentan.
Inversión necesaria
María Loreto Mery, directora ejecutiva de CIREN, informó que el proyecto desarrollado por su institución contempló el diseño de las obras de mejoramiento que permiten corregir las deficiencias detectadas. Para materializar las soluciones propuestas se requiere una inversión del orden de $350 millones, lo que en el corto plazo permitiría evitar pérdidas de agua que se podrían usar para regar unas 3.800 hectáreas adicionales.
«Los resultados de la evaluación económica de la construcción de obras y de sus beneficios, tales como superficies adicionales que se podrían regar al evitar las pérdidas, indican que todas las soluciones son económicamente rentables. Se obtuvieron tasas internas de retorno superiores al 33%, llegando incluso al 81%, en algunos casos. La relación beneficio/costo va de 3,7 a 47,6 veces, y las inversiones por hectárea nueva o adicional son inferiores a US$ 800/ha, alcanzando hasta US$ 60/ha, valores que son muy bajos», acotó la ejecutiva.
Gómez agregó que invertir en el mejoramiento de los canales de riego es altamente conveniente para empresarios y agricultores, «pues, al mejorar dicha infraestructura, aumenta significativamente la seguridad de riego de la superficie actual y se incorpora nueva superficie al riego».
