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El Gobierno está destinando este año $10.000 millones en el Programa de Forestación Campesina. De esos $10.000 millones, $6.000 millones corresponden al subsidio que entrega el Estado a través de la bonificación del DL 701; $3.500 millones, al Programa de Crédito de Enlace Forestal del INDAP, y $500 millones al Programa Nacional de Transferencia Tecnológica Forestal.
Éste es uno de los programas más ambiciosos y con mayores recursos del Ministerio de Agricultura, superado sólo por el Programa de Riego y el de Recuperación de Suelos Degradados.
Este programa está abierto para todas las especies, tanto exóticas como nativas, aunque se reconoció que las especies más plantadas son eucaliptos y pinos. Por ejemplo, para los pequeños productores forestar una hectárea con pino o eucalipto cuesta aproximadamente $300.000 (plantación y desarrollo de los primeros meses). De esa cifra, el 90% (unos $270.000) lo subsidia el Estado.
Tomando en cuenta que cada familia foresta cerca de 2 hectáreas en promedio, la meta de forestación campesina para el 2003 debería empinarse por sobre las 23.000 hectáreas. Se quiere lograr una tasa de forestación campesina de al menos 40.000 hectáreas al año 2005. Para ello se debe ir haciendo crecer anualmente las metas, y de hecho así se ha estado haciendo. Durante el año 1999 se forestaron alrededor de 8.067 hectáreas; luego se logró subir a 9.030 hectáreas en el año 2000; en 2001 se alcanzaron 13.650 hectáreas, y en 2002 se llegó a 16.151 hectáreas.
En la inauguración del progarma de forestación, se hizo entrega de un certificado de reconocimiento a cinco de los beneficiarios presentes, quienes están adscritos al Programa, logrando excelentes resultados de prendimiento y financieros. Este programa busca incorporar la forestación en la actividad económica del campesino, ya sea como complemento de la actividad agropecuaria o bien como su quehacer principal, utilizando los beneficios contemplados en el DL 701. De este modo se pretende contribuir, en el mediano plazo, al incremento en la generación de ingresos y posibilitar, además, la valoración de su predio y la interrupción de los procesos erosivos.
En relación a las primeras plantaciones en el marco de la securitización forestal, este nuevo esquema de financiamiento es relevante porque ayuda a alcanzar la meta de forestación campesina propuesta, de 40.000 hectáreas nuevas por año a partir de 2005. Además, es importante porque establece un mecanismo innovador de financiamiento, que permite a los pequeños y medianos propietarios resolver la carencia de recursos de inversión que tienen para el establecimiento de las plantaciones, al mismo tiempo que entrega ingresos anuales en un rubro que tiene una maduración de la inversión en un período largo.