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Los días 12 y 13 de abril del 2012, los subsecretarios de Agricultura o sus representantes, convocados en el marco del Grupo de los 20 países industrializados y emergentes, se reunieron en la Ciudad de México para preparar las recomendaciones que los jefes de Estado presentarán en la cumbre del G-20 (México, junio 18-19).
En este escenario se presentaron los avances que en materia de instrumentos de información y programas han emprendido los países miembros y se discutió el borrador del documento: «Sustainable Agricultural Productivity Growth and Bridging the Gap for Small Family Farms», que contiene las diferentes recomendaciones que los Presidentes del G-20 discutirán en su momento. Con ello se hace patente la importancia que reviste esta reunión preliminar, la cual hará posible enfatizar en la problemática del agro -más concretamente, en la seguridad alimentaria- con la magnitud y sentido de urgencia que ésta reclama.
Entre otras preocupaciones expresadas por los países participantes se encuentran la atención inmediata a la pequeña agricultura, el incremento de la productividad, la sustentabilidad y la prevención y el control de perjuicios generados por el cambio climático en el agro. También se identificaron consensos en lo que toca al desarrollo humano, la inversión, la educación y la investigación como respuestas a la problemática detectada.
Las recomendaciones que el grupo emitirá versan sobre la inversión público-privada para el incremento a la productividad con énfasis en la agricultura familiar campesina; la necesidad de sumar esfuerzos para dar continuidad a las herramientas para la integración e intercambio de información sectorial entre países, y el papel estratégico de las mujeres para garantizar la productividad agrícola sostenible, entre otras.
Gustavo Rojas, director de Odepa y jefe de la delegación chilena, hizo referencia al manejo del agua y al abandono del campo por parte de los jóvenes como factores a considerar en materia de seguridad alimentaria. Asimismo, enfatizó en los negativos alcances que el concepto «autosuficiencia alimentaria» puede tener en detrimento del espíritu del libre mercado, que en sí mismo ofrece respuestas para el abasto de alimentos. Desde su perspectiva, los acuerdos tomados en la reunión son coherentes con las líneas estratégicas consideradas por Chile para el diseño de políticas públicas coherentes con las necesidades específicas del agro.