Categorías: Noticias institucionales
La Fundación para la Innovación Agraria (FIA) dio a conocer hoy los resultados del Estudio «Sistematización de las Políticas y Estrategias de Adaptación Nacional e Internacional al Cambio Climático del sector silvoagropecuario y de los recursos hídrico y edáficos», elaborado por la Universidad de Chile.
La Ministra de Agricultura, Marigen Hornkohl, valoró la solidez del estudio, el primer esfuerzo que se efectúa en el país para reunir la mayor cantidad de antecedentes sobre este fenómeno.
«Este estudio nos enfrenta a datos concretos sobre una realidad que Chile ya está enfrentando y sobre la cual debe adoptar medidas inmediatas. En ese sentido, la investigación nos confirma que, desde la institucionalidad, el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet está en la senda correcta tras haber establecido la Estrategia Nacional de Cambio Climático, la que se basa en tres pilares: adaptación, mitigación y desarrollo de capacidades», dijo la secretaria de Estado.
El estudio -cofinanciado FIA, ODEPA y CONAMA- fue encabezado por Paulina Aldunce, del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales Renovables de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile.
Su objetivo fue recopilar, seleccionar y analizar datos existentes, tanto en el país como a nivel internacional, sobre la adaptación al cambio climático para establecer un marco de referencia que permita a las instituciones públicas establecer planes -según las orientaciones de políticas públicas- con acciones concretas para el sector silvoagropecuario y sus recursos.
Junto con ello, se efectuaron recomendaciones para diseñar políticas y estrategias para la adaptación. Éstas no sólo se basan en la documentación trabajada por los investigadores de la Universidad de Chile, sino que, además, incorporan acuerdos internacionales (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) y las líneas entregadas por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático. Este grupo, creado en 1988, es el encargado de proveer de información científica a dicha Convención.
El documento indica que hay barreras ambientales, económicas, de información y sociales que deben ser superadas para que los agricultores, microempresarios y administradores de empresas agrícolas (actores locales), entre otros, para ajustarse al cambio climático.
Con ese fin, los actores locales deben tomar conciencia de que este fenómeno es real para que modifiquen el manejo de sus recursos. Y, para esto, la función de la I+D (Investigación+Desarrollo) en el país es clave porque permitirá entregarles las opciones tecnológicas y de administración más adecuadas (por ejemplo, cultivos) para enfrentar este fenómeno mundial.
También sugiere que en algunos lugares será necesario reubicar empresas y puede que se presenten migraciones de la población en algunas zonas. Ambas situaciones necesitarán ayudas financieras y técnicas para crear formas de vida que no dependan tanto de las actividades silvoagropecuarias. Para ello, se requiere una planificación que implicaría revisar la tenencia de la tierra y asegurar el acceso a mercados eficientes.
Al hablar de recomendaciones que complementen la política de adaptación en Chile, el estudio indica que es importante apoyar la agricultura sustentable para que se transforme en una actividad económica rentable, disminuyendo así la pobreza y promoviendo la conservación de recursos naturales (agua y suelos).
En tanto, aconseja aumentar la recolección de datos climatológicos para detectar cambios y tendencias. Esto también debe ir acompañado de una estrategia que difunda la información y eduque a los actores locales, con el fin de promover su participación en el diseño de acciones preventivas y correctivas.
Por último, se recomienda otorgar en forma permanente y específica financiamiento para la investigación multidisciplinaria; promover el uso de seguros como instrumentos para disminuir la vulnerabilidad en diferentes sectores del agro y estimular la cooperación internacional y la participación activa en procesos de negociación internacional.
Origen del Estudio
El Ministerio de Agricultura ha comenzado a desarrollar iniciativas para enfrentar el cambio climático. Éstas se ajustan a los tres ejes de la Estrategia Nacional de Cambio Climático: adaptación, mitigación y desarrollo de capacidades.
Con respecto a la adaptación del sector silvoagropecuario, tres instituciones dependientes del MINAGRI -FIA, ODEPA e INFOR- formaron un grupo dedicado a analizar la vulnerabilidad del sector silvoagropecuario, recursos hídricos y edáficos frente al cambio climático y diseñar una política de adaptación del agro a este fenómeno. Para desarrollar mejor estos objetivos FIA y ODEPA establecieron un convenio con CONAMA para ejecutar acciones conjuntas que sirvan para determinar la vulnerabilidad de la agricultura y definir las medidas de adaptación a los futuros impactos.
En este contexto, FIA licitó el estudio que fue adjudicado por la Universidad de Chile. En él, los investigadores identificaron 27 países, donde se han evaluado los futuros impactos en los recursos silvoagropecuarios hídricos y edáficos (suelos) y las medidas de adaptación que se han adoptado. Una vez sistematizada la información se elaboraron bases de datos divididas por temas y vinculadas específicamente a Chile.
Posteriormente, además de las políticas y estrategias de adaptación aplicadas por los países que actuaron como referentes en el estudio, los investigadores analizaron sus objetivos y líneas de acción.
También hubo un levantamiento de los centros de investigación, especialistas y de los fondos que hoy operan para financiar acciones para la adaptación del agro al cambio climático.
Luego, la búsqueda de datos se circunscribió a Chile, donde se eligió y evaluó la posibilidad de implantar medidas de adaptación al cambio climático que fueran más adecuadas a la realidad chilena, y que ya están en marcha en otros países. Para esto se consideraron los aspectos técnicos, financieros, socioeconómicos, ambientales, legales e institucionales de nuestro país.