Autor: Cassandra Pacheco V.
Categorías: Artículos,Asuntos internacionales,Carnes,Cereales,Cultivos industriales,Frutas frescas y procesadas,Hortalizas frescas y procesadas,Leche y derivados,Leguminosas,Mercados Agropecuarios,Papas,Semilleros, bulbos y viveros,Vinos
El Sudeste Asiático es una región diversa en lo que respecta a sus habitantes, su cultura y geografía. Esta región ha tenido un crecimiento poblacional significativo durante las últimas décadas y concentra cerca del 8,5% de la población mundial de acuerdo con el estudio sobre las perspectivas de la población mundial para 2024 de Naciones Unidas. Esta población ha experimentado un crecimiento económico en las últimas décadas, lo que se ve reflejado desde el punto de vista del ingreso per cápita. También se ha evidenciado el mejoramiento en la calidad de vida por la disminución las tasas de pobreza, siendo la cuarta región que más contribuye al crecimiento mundial, luego de China, India y Estados Unidos.
Indonesia por su parte es un país con una población en torno a los 280 millones de habitantes, es la principal economía de ASEAN y una de la más dinámicas del mundo. Se estima que, en los próximos años, el crecimiento promedio de la economía sea al menos de 5%, ubicándose por encima del promedio mundial, de acuerdo con las proyecciones del Banco Mundial.
El presente escrito analiza las potencialidades del mercado indonesio para los productos silvoagropecuarios chilenos, en el marco del Acuerdo de Asociación Económica Integral (CEPA, por sus siglas en inglés) vigente desde el año 2019. También se analizan los recientes avances en aperturas sanitarias chilenas y certificaciones, como la certificación Halal con la que cuenta Chile, destacando desafíos logísticos y regulatorios, junto con las ventajas comparativas de Chile, como la estacionalidad, calidad e inocuidad alimentaria.