La actividad vitivinícola nacional tiene una destacada participación en el sector silvoagropecuario y también una importante participación en la balanza comercial, pues en los últimos años ha mostrado una evolución marcada por aumentos en los volúmenes exportados y sus valores. En este contexto de dinamismo, resulta importante aproximarse a la cuantificación de la competitividad que muestran las exportaciones y compararnos con nuestros principales competidores en estos productos, para saber hacia donde enfocar los esfuerzos por prospectar, mantener o fortalecer la participación del vino chileno en los mercados internacionales.
Una forma simple y aceptada por la literatura de medir la competitividad de los bienes comerciados por los países es por medio del Índice de Ventaja Comparativa Revelada que, usando como base la participación en el comercio de determinados productos, entrega una cuantificación del desempeño competitivo y facilita el análisis comparado.
Usando este tipo de indicadores, en particular el definido para las exportaciones (VRE), el foco del análisis de este trabajo se centró en los mercados de destino del vino chileno y en la comparación de la ventaja relativa de las exportaciones de estos productos con los países competidores en dichos mercados.
Los resultados confirman que Chile posee ventajas comparativas en las exportaciones de vino, pero no en todos los tipos de producto, y el nivel y evolución de este indicador en los distintos mercados de destino es variado. En el período analizado en este estudio, que abarca desde 2001 a 2015, el producto nacional tiene ventajas relativas en el vino embotellado y el vino a granel, y no existe una tendencia creciente en la evolución de su competitividad a nivel agregado, sino más bien la mantención de una posición que lo sitúa dentro de los países líderes de la industria. En cuanto al vino espumoso, el análisis reveló que a pesar de su índice VRE negativo en términos agregados, existen mercados de destino con potencial de crecimiento dado por la evolución positiva que ha mostrado el índice en el período estudiado.
Además, se pone en evidencia que existe un desempeño heterogéneo en términos competitivos en los diferentes mercados y países donde es exportado el vino chileno para los productos analizados. Lo anterior implica que las estrategias de penetración, posicionamiento y consolidación competitiva que se adopten para estos productos deberían ser específicas y diferenciadas según cada mercado de destino de estas exportaciones.