Chile alberga las cuatro especies de Camélidos Sudamericanos (Llamas, alpacas, vicuñas y guanacos), los que conforman parte del patrimonio natural y cultural de los pueblos andinos nacionales. Estas especies son un símbolo de las culturas andinas, como los pueblos aymaras, quechuas, likanantay y kollas, para quienes tienen un fuerte significado espiritual, expresado en ritos y tradiciones ancestrales.
Además, tiene un impacto significativo en las economías locales de zonas rurales que dependen de estos animales para su subsistencia. Son fuentes de fibra reconocida mundialmente por su suavidad y calidad, y de alimento, ya que su carne presenta excelentes cualidades nutricionales.
A diferencia de otras especies ganaderas, los camélidos generan un menor impacto en los frágiles pastizales altoandinos y sus hábitos alimenticios pueden favorecer el rebrote de las plantas, contribuyendo así a la biodiversidad y la sostenibilidad de los sistemas productivos.
El ganado camélido doméstico constituye el principal recurso para las familias que habitan en el altiplano de las regiones de Arica y Parinacota, y Tarapacá, y difícilmente podrían ser reemplazados por otras especies productivas domésticas, debido a que habitualmente no se aclimatan ni adaptan a las condiciones extremas del altiplano.
A nivel internacional, las Naciones Unidas declararon el año 2024 como el Año Internacional de los Camélidos, poniendo de manifiesto su importancia como un recurso de subsistencia clave para millones de familias que habitan entornos adversos en más de 90 países. Especialmente para los pueblos originarios y las comunidades locales, por su contribución a la seguridad y soberanía alimentaria, nutrición, crecimiento económico, así como su gran relevancia social y cultural para muchas comunidades de todo el mundo (FAO).
A nivel local, el Ministerio de Agricultura ha impulsado diversas iniciativas para fortalecer la ganadería camélida, entre ellas la conformación de la Mesa Tri-regional del Territorio Biocultural Andino, que articula a actores públicos y comunitarios en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta. Junto con ello, se han puesto en marcha programas de apoyo productivo, sanitario y patrimonial a través de instituciones como INDAP, CORFO, SAG, Agroseguros y CONADI.
En coherencia con el firme compromiso del Ministerio con este rubro, el siguiente artículo muestra la situación nacional de la ganadería camélida, así como las principales acciones que se han desarrollado para su promoción, resguardo y fortalecimiento. Cabe señalar que este documento centra su análisis en los camélidos sudamericanos domésticos: Llama y Alpaca.
