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Programa para la Recuperación de Suelos Degradados: principales resultados del estudio de evaluación del impacto del Programa
El Ministerio de Agricultura está permanentemente preocupado de mejorar la aplicación de los instrumentos de fomento que permiten desarrollar políticas de apoyo hacia los productores agropecuarios del país. Considerando la importancia que ha adquirido últimamente el Programa para la Recuperación de Suelos Degradados, el Ministerio contrató la elaboración de un estudio para evaluar el impacto del Programa, tanto desde el punto de vista ambiental como del productivo. Este trabajo se realizó entre junio de 2001 y febrero de 2002, con el objetivo de evaluar el grado de pertinencia, eficacia y eficiencia con que se ha ejecutado el Programa durante el período 1996-2000.
Este estudio, que se realizó en las regiones en que se concentra mayoritariamente el Programa (VII, VIII, IX y X), entregó importantes conclusiones que permitirán reforzar, revisar o modificar las diferentes líneas de trabajo e incorporar acciones que sean necesarias para mejorar el funcionamiento del Programa. A continuación se presentan algunos de los aspectos de mayor interés que entrega el estudio.
Con relación al objetivo
Este estudio determinó que el objetivo central y explícito del Programa (intervenir suelos degradados para su recuperación y así contribuir a la sustentabilidad ambiental y al apoyo de los procesos productivos agropecuarios), es pertinente y una necesidad primaria para el sector agropecuario nacional, lo que refuerza el propósito de apoyar a los productores para que mejoren sus activos productivos y, por tanto, estén en mejores condiciones de producir y competir en los mercados nacionales e internacionales, que es el desafío central de nuestra agricultura en la actualidad.
Con relación a la distribución
Se demostró fehacientemente que el Programa se concentra entre las regiones VII a X. En cuanto a usuarios, el 90% de los usuarios de INDAP y el 83% en el caso del SAG se ubican en estas regiones, observándose una alta concentración de estos en la X Región (49% en el caso del INDAP y 34% en el caso del SAG). Respecto a la superficie intervenida, en esta zona se concentra más del 90% del total en ambas instituciones, siendo las regiones IX y X las mayoritarias, con un 67% en el caso del SAG y un 75% en el INDAP. Las cifras de recursos colocados también se distribuyen en forma similar a lo señalado anteriormente.
En relación a la distribución de los usuarios por subprograma, se presenta una mayor concentración en establecimiento y regeneración de praderas, seguido de fertilización fosfatada, conservación y rehabilitación de suelos, aunque se debe hacer notar que en los años 1999-2000 se observó una tendencia al crecimiento de los dos últimos. Con relación a los recursos por subprograma, se observa que praderas y fertilización fosfatada concentran la mayor parte de éstos en el período analizado, siendo las regiones IX y X las principales receptoras.
La distribución del Programa en cuanto a usuarios, superficie y recursos, tanto por regiones como por subprogramas, es consistente con el énfasis que el Ministerio dio al Programa, en el sentido de aplicarlo en regiones con una fuerte vocación agropecuaria.
Con relación a la focalización
La focalización es un elemento de gran importancia en cualquier instrumento de fomento porque determina las prioridades en la colocación de los recursos, lo que a su vez está estrechamente relacionado con el cumplimiento de los objetivos establecidos. En el Programa, esta variable es responsabilidad de los Comités Técnicos Regionales (CTR)1 . Por lo se establece en el estudio, será necesario reforzar su rol y mejorar la participación en ellos de los actores públicos y privados, especialmente del INDAP y de los operadores. Así se espera mejorar la coordinación y aplicación del Programa en cada región, estableciendo criterios de focalización, asignación de recursos, relación con otros instrumentos de fomento, etc., de acuerdo a las metas y objetivos definidos por el Ministerio.
Relacionado con las tareas de los CTR, está el tema del seguimiento y evaluación periódicas del Programa, trabajo que actualmente no se realiza y que este estudio determinó que es de gran necesidad para evaluar la focalización, oportunidad, cobertura, resultados de la corrección de la degradación de los suelos y mantenimiento de los niveles de corrección alcanzados.
Impactos
En el caso del SAG, los resultados indican existencia de impactos directos en lo que se refiere a la cantidad de fósforo en el suelo en ppm-Olsen y en el número de hectáreas de praderas mejoradas a nivel nacional; es decir, la aplicación de fósforo está mejorando paulatinamente la calidad de los suelos y la superficie de praderas está aumentando. Respecto del pH y la saturación de aluminio (indicadores de acidez de los suelos), no se detectaron diferencias significativas. En el caso del fósforo, aunque la muestra sólo permite comparaciones nacionales, a modo exploratorio se profundizó en aspectos regionales, observándose que los mayores efectos del subprograma de fertilización fosfatada se concentran en las regiones IX y X, mientras que en las regiones VII y VIII los impactos son menores, lo que se debe a los altos contenidos de fósforo iniciales en los suelos de estas dos últimas regiones.
En cuanto a los subprogramas de conservación y rehabilitación de suelos, éstos se han incrementado sostenidamente y es posible sostener que, debido a los niveles de inversión requeridos, la acción privada en estos ámbitos sería mínima, por lo que se puede atribuir el total del impacto logrado al programa.
En el caso del INDAP los resultados son similares, tanto en el impacto positivo en el nivel de fósforo del suelo y en la superficie de praderas mejoradas como en la ausencia de impacto en el pH del suelo y la saturación de aluminio. Es importante notar que, aunque el efecto del Programa es positivo en el nivel de fósforo en el suelo, aún existe una brecha entre el nivel establecido en el Programa (15 ppm)2 y el actual, a diferencia de lo observado en las regiones VII y VIII entre los usuarios del SAG.
En los subprogramas de conservación y rehabilitación de suelos también se observa lo mismo que en el caso del SAG, es decir, que los niveles de inversión requeridos para implementar estas actividades hacen suponer que la acción privada en dichos ámbitos sería mínima, siendo posible atribuir el total del impacto al Programa.
Los resultados señalados anteriormente muestran, por una parte, que el Programa es de un alto beneficio para los agricultores y, por otra, que es posible mejorar si se realizan algunas adecuaciones operacionales, de gestión y de focalización del Programa. En el caso de INDAP será importante analizar la posibilidad de complementar las acciones de este Programa con mayores esfuerzos públicos en información, asistencia técnica y recursos adecuados para los pequeños agricultores que, en general, tienen mayores dificultades en estos ámbitos que los agricultores medianos y grandes.
Año | |||
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1996 | |||
1997 | |||
1998 | |||
1999 | |||
2000 | |||
Total |
1El Comité Técnico Regional es presidido por la SEREMI de Agricultura y cuenta con la participación del INDAP, SAG e INIA y puede también incorporar a entidades públicas o privadas relacionadas con el Programa en cada Región.
2Corresponde a 15 mg de fósforo por cada kilogramo de suelo, según método P-Olsen.