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Rotulación de alimentos transgénicos
El pasado 20 de junio de 2006, la Cámara de Diputados, por 99 votos a favor, 1 en contra y 1 abstención, aprobó el proyecto de ley sobre rotulación de los alimentos transgénicos. Este proyecto de ley debe ser aprobado por la Comisión de Salud del Senado.
La iniciativa legal, originada en una moción de diputados de todos los partidos políticos con representación parlamentaria, regula el etiquetado de los alimentos en cuya elaboración se hayan utilizado ingredientes o aditivos genéticamente modificados, en una proporción superior al 1%.
Entre los principales aspectos que se abordan en este texto legal está la definición de «organismo genéticamente modificado» (OGM): todo alimento que esté compuesto o contenga organismos en cuyo genoma se ha incorporado, de forma estable, un segmento de ADN extraño, utilizando técnicas de ingeniería genética y, en ningún caso, producido en la naturaleza por multiplicación, selección o combinación natural.
Se dispone que todos los alimentos humanos que hayan sido elaborados empleando ingredientes o aditivos genéticamente modificados en una proporción igual o mayor al 1%, ya sea con uno o más de ellos, deberán llevar en el envase una leyenda impresa de proporción similar a los avisos de composición nutricional, con la frase «Alimento Genéticamente Modificado». Además, se establece que, para el cumplimiento de esta iniciativa, se aplicarán las normas de la ley N° 19.496, sobre los derechos de los consumidores y las multas por infringir esta norma.
Medidas ministeriales para enfrentar daños causados por temporales
Los temporales que afectaron a las regiones del centro y sur del país entre los días 10 y 13 de julio tuvieron un fuerte impacto en el sector agropecuario de las regiones VII, VIII y IX.
En la Región del Maule, los mayores problemas se presentaron en cultivos de frambuesas y hortalizas, invernaderos y praderas, lo que en este último caso dificultó la disponibilidad de forraje para el ganado. Además, se reportó destrucción y daños en infraestructura de riego.
En la VIII Región del Bío-Bío, resultaron afectadas unas 12.000 familias, con aproximadamente 50 mil hectáreas de cultivos tradicionales, hortalizas, praderas y plantaciones forestales. Además, se produjeron pérdidas de ganado bovino y ovino y de plantaciones forestales, y daños en la infraestructura de riego.
En la Región de la Araucanía, la superficie afectada fue de 21.000 hectáreas, principalmente de praderas, con el consecuente problema para la alimentación de los animales.
Para enfrentar esta emergencia, las autoridades del MINAGRI, encabezadas por el Ministro Sr. Álvaro Rojas y la Subsecretaria Sra. Cecilia Leiva, se trasladaron a las regiones afectadas para evaluar los daños y tomar diversas medidas de ayuda, entre las que se destacan la firma del decreto que declaró zona de emergencia agrícola a las comunas Teodoro Schmidt, Imperial, Carahue, Toltén y Lonquimay, todas de la IX Región; la disposición de $ 570 millones por parte de INDAP para enfrentar los requerimientos más urgentes, como entrega de fardos y alimentos concentrados, y la realización en los próximos meses de operativos veterinarios por el SAG.
Agenda agroalimentaria
El 18 de julio de 2006, el Ministro de Agricultura, con representantes de los sectores público y privado, lanzó una serie de talleres con el propósito de discutir acerca de las condiciones necesarias para lograr que Chile avance en la idea de duplicar sus exportaciones agroalimentarias.
En el encuentro, realizado en el Hotel Intercontinental, participaron representantes de los sectores frutícola, de carnes rojas, carnes de aves, lácteos, cereales, productos del mar, además de expertos del ámbito académico y representantes de los Ministerios de Agricultura, de Relaciones Exteriores, de la Secretaría General de la Presidencia, de Salud y de Economía. Hubo concordancia en que las principales áreas en las que se debe trabajar son la innovación tecnológica, el fortalecimiento de los recursos humanos y el perfeccionamiento de la institucionalidad pública.
El Ministro enfatizó en que existen todas las condiciones para que Chile dé un salto y pase a ser una potencia agroalimentaria emergente, para lo cual debe duplicar sus envíos al exterior en los próximos años. Entre las principales ventajas para alcanzar el objetivo, señaló el trabajo de acuerdo a altos estándares internacionales que desarrollan empresarios y trabajadores, en cuanto a sanidad, inocuidad y trazabilidad de los alimentos, lo que se complementa con los Tratados de Libre Comercio (TLC) que ha firmado Chile y con la solidez político-institucional que muestra el país. Agregó también su preocupación por acelerar al máximo la formación de personal de buena calidad para nutrir este proceso de expansión alimentaria y por conocer nuestras fortalezas y debilidades, para poder avanzar en la construcción de una Agenda Alimentaria para Chile, que establezca las tareas estratégicas que debemos enfrentar en el futuro cercano.
El Ministro Rojas resaltó que el potencial para que Chile dé el salto exportador existe, pero que se requiere de un esfuerzo articulado de empresarios, gobierno y academia, para conseguirlo. De allí la necesidad de reflexionar sobre el tema, con la finalidad de avanzar en los lineamientos de un agenda alimentaria consensuada y de interés público, que dé cuenta de los nuevos desafíos y oportunidades que entregan los mercados agrícolas mundiales y, del mismo modo, que permita desarrollar capacidades técnicas e innovación.
Tercera ronda de negociaciones para un TLC entre Chile y Japón.
Entre el 17 y el 22 de julio de 2006, en Tokio, se llevó a efecto la tercera ronda de negociaciones para establecer un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Chile y Japón.
La delegación chilena fue encabezada por el director de la Dirección Económica de la Cancillería, Sr. Carlos Furche, y estuvo integrada por especialistas en mercados, inversiones, jurisdicción, energía, ciencia y tecnología, además de representantes de los Ministerios de Hacienda y Agricultura. La delegación también contó con 15 representantes del sector privado de los sectores agrícola, ganadero y pesquero.
Carlos Furche declaró que en esta tercera ronda lo esencial es el tema de acceso a los mercados y que la idea es «entrar más en los detalles, hasta definir algunos capítulos de manera definitiva, así como la estructura del acuerdo.»
La delegación japonesa estuvo encabezada por el embajador especial de Comercio y Relaciones Económicas, Sr. Seiichi Kondo, quien sostuvo que, desde que comenzaron las negociaciones en febrero, en la capital japonesa, se han producido ciertos avances en muchas áreas y mostró su deseo de que a lo largo de esta semana ese diálogo progrese de manera sustancial. Por su parte, el embajador de Japón en Chile, Hajime Ogawa, consideró que esta tercera fase de las conversaciones «será clave para llegar a buenas conclusiones y se podrán analizar los puntos más sensibles».
Entre los principales productos chilenos que se beneficiarían con este TLC están el salmón chileno, dada la preferencia nipona por el pescado, y también la madera y los productos agropecuarios, como la carne de cerdo.
La próxima ronda de negociaciones será a fines del mes de agosto y principios de septiembre, en Chile.
Suspensión indefinida de la Ronda de Doha
El 24 de julio de 2006, el Director General de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Pascal Lamy, informó que las negociaciones sobre un nuevo acuerdo de libre comercio fracasaron después de cinco años de arduas deliberaciones, y podrían pasar años hasta que se reanuden.
La suspensión de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio, ocurrió luego de que las principales potencias comerciales no lograran éxito en un último intento para superar las diferencias.
El problema central eran las divisiones en torno al tema de la reforma del comercio agrícola internacional. Las deliberaciones entre Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, Australia, Japón e India, no produjeron ningún avance en la eliminación de los subsidios agrícolas y la reducción de los aranceles para la agricultura.
La ronda era considerada como una oportunidad en toda una generación para impulsar el crecimiento económico global y sacar de la pobreza a millones de personas.