La apicultura en Chile, que implica la crianza de abejas con fines productivos, desempeña un papel crucial en nuestro país. No solo contribuye de manera significativa a la producción de miel y otros productos de la colmena, sino que también proporciona servicios de polinización a los cultivos de frutales y semilleros, lo que la convierte en un sector fundamental para la agricultura y la producción de alimentos de calidad. Entre los productos obtenidos de la colmena en Chile se encuentran la miel, apitoxinas, cera, jalea real, polen, propóleos, así como la cría de reinas y material vivo. Además, la apicultura es esencial para los agroecosistemas, generando valor desde las comunidades rurales donde se realiza mayormente esta actividad. Las abejas son agentes polinizadores importantes y, como tales, contribuyen a la biodiversidad; los apicultores se erigen como defensores y promotores de su cuidado.
En las últimas dos décadas, la cadena apícola nacional ha logrado avances significativos, especialmente en términos de producción y profesionalización, centrados en la exportación de miel a granel y material vivo, con un enfoque en la trazabilidad y la valoración de los servicios de polinización. Sin embargo, a pesar de estos logros, tanto los productores como las entidades públicas y otros sectores relacionados con la apicultura reconocen que persisten numerosos desafíos, muchos de ellos condicionados por el contexto actual, que afectan la sostenibilidad del sector.
En este artículo se describe el desempeño del sector apícola chileno durante la temporada 2023-24 analizando las tendencias y las principales oportunidades y desafíos a la luz de sus resultados.
