El día 26 de abril se conmemora el día mundial de la semilla y según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “las semillas son la base principal para el sustento humano. Son las depositarias del potencial genético de las especies agrícolas y sus variedades resultantes de la mejora continua y la selección a través del tiempo.
La mejora de los cultivos y el suministro de semillas y materiales de siembra de alta calidad, de variedades seleccionadas para los productores, son necesarios para garantizar una mejor producción agrícola y satisfacer los crecientes desafíos ambientales. Por lo tanto, la seguridad alimentaria depende de la seguridad de las semillas de las comunidades agrícolas”
Los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Nacional o “Red SIPAN”, son impulsados por el Ministerio de Agricultura y la FAO, contando con el financiamiento del Fondo para el Medioambiente mundial (GEF) y el Estado chileno.
Los Sistemas SIPAN, corresponde a agroecosistemas habitados por comunidades que viven en una relación estrecha con su territorio y el objetivo de esta iniciativa es la conservación de la agrobiodiversidad en Chile. SIPAN, presente en la actualidad en el Territorio Alto Andino y Cordillera Pehuenche, promueve la revalorización de prácticas heredadas del conocimiento tradicional y/o ancestral, con énfasis e interés en la producción natural, orgánica, agroecológica o hacia la transición agroecológica, las cuales pueden también ser enriquecidas mediante conocimientos y tecnologías actuales.
Es en este contexto, luego de un intenso trabajo en terreno, se hizo una recopilación de variedades de semillas tradicionales presentes en el Territorio Cordillera Pehuenche, que dio origen al Catálogo de Semillas Tradicionales del Pueblo Mapuche, cuyo principal objetivo es promover los procesos de reconocimiento, revalorización y conservación del patrimonio cultural, productivo, alimentario y fitogenético del Pueblo Mapuche, que desde hace décadas se encuentra en procesos de reemplazo y pérdida de dicho patrimonio. Especialmente, en el caso de la semilla tradicional y su conocimiento asociado, que enfrentan procesos erosivos de gran impacto para la soberanía y seguridad alimentaria, cuando en un contexto de crisis climática, debiesen ser, al contrario, más protegidos, promovidos y valorizados.
Las especies que recoge esta publicación han sido clasificadas y ordenadas de acuerdo con la importancia y antigüedad que tienen en el territorio. Primero aparecen las semillas de origen americano que se encuentran desde hace cientos y miles de años en las manos de los pueblos originarios, y que se fueron adaptando, seleccionando y heredando de generación en generación, gracias a los intercambios producidos entre dichos pueblos. Posteriormente se encuentran las semillas traídas del viejo mundo, es decir aquellas que eran desconocidas para el pueblo mapuche y fueron traídas por los españoles durante su llegada al territorio, especies que con el tiempo se adaptaron a nuestras condiciones y perduran hasta hoy.
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