La directora de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) respondió las siguientes preguntas a Diario Financiero:
1. ¿Cuál es el impacto del desperdicio de alimentos a nivel social y medioambiental? ¿Cómo se pueden mitigar esos impactos?
R.- En relación con los efectos y consecuencia que tiene la pérdida y desperdicio de alimentos a nivel socio y medio ambiental, según PNUMA en su Informe sobre índice de desperdicio de alimentos 2024:
Social: prevenir y reducir la pérdida y desperdicio de alimentos tiene impacto en términos de fortalecer la Seguridad Alimentaria mundial, con los 1000 millones de porciones de comida desperdiciadas al día, de acuerdo con el informe de PNUMA, se pueden entregar 1,3 comidas por día a los 783 millones de personas que padecen hambre a nivel mundial.
Ambiental: los alimentos perdidos y desperdiciados que terminan en un vertedero emiten entre el 8% y el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI), principalmente metano, lo que equivale a alrededor de 5 veces las emisiones totales del sector de la aviación.
En Chile, desde el 2023 contamos con la Estrategia Nacional para la Soberanía Alimentaria (ENSSA) que busca “orientar la gestión y las acciones del Estado hacia el fortalecimiento de la seguridad alimentaria desde el refuerzo de la soberanía”, por lo cual la prevención y reducción de las pérdidas u desperdicios de alimentos es un importante ámbito dentro de la Estrategia (ENSSA) promoviendo la articulación interministerial y con los gobiernos locales con la implementación de bancos y microbancos de alimentos, como es el caso de los microbancos de alimentos impulsados por el Sistema Elige Vivir Sano y la iniciativa de FOSIS de los Ecomercados Solidarios. Los Bancos de alimentos, a grandes rasgos, se encargan de recuperar excedentes de alimentos y donarlos a personas (o instituciones) que sufren de inseguridad alimentaria.
2. ¿Cuáles son los sectores que más desechos generan en Chile? ¿Cómo están trabajando para poder abordar ese problema?
R.- Para determinar los sectores es necesario, primero, saber a qué nos referimos al hablar de pérdidas de alimentos y a qué nos referimos con desperdicio de alimentos. Las pérdidas de alimentos se refieren a la disminución en la cantidad de alimentos para el consumo humano que ocurre durante la producción, cosecha, postcosecha y almacenamiento de los alimentos en el predio (lo que se pierde en el campo) y el desperdicio de alimentos se relaciona con la disminución de alimentos, aptos para el consumo humano, que ocurre al final de la cadena alimentaria, es decir en la comercialización y en los hogares.
En Chile, la determinación de las pérdidas de alimentos en el campo no es sencilla, se han realizado estudios de cadenas de valor de ciertos productos agrícolas, como el zapallo de guarda, cebolla, papa, lechuga; sin embargo, los rangos de porcentaje de pérdidas son amplios, dependiendo del producto, el territorio en el que se produjo, la época del año, el precio, entre otros. Por ejemplo, el Zapallo de Guarda en la Región Metropolitana no presenta mayores pérdidas en la cosecha, sin embargo, en la guarda o almacenaje se estiman pérdidas desde el 20%, con buenos precios y buen clima, y de hasta 70% en años lluviosos y fríos.
Para abordar esta problemática en general, se recomienda a los agricultores planificar la siembra/plantación pensando en el mercado de venta, preferir semillas/plantines certificados, manejar el riego, la fertilización y las plagas de manera de evitar descartes, evitar los daños por exposición al sol y almacenar los productos de guarda en lugares adecuados.
Por otro lado, en términos de desperdicio de alimentos, según la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos Chile 2040 – ENRO del Ministerio del Medio Ambiente, el 58% de los residuos sólidos municipales corresponde a residuos orgánicos (equivalente a 4,6 millones), de los cuales sólo el 1% se valorizan, esto significa que prácticamente todo el residuo orgánico municipal termina en el vertedero. Para revertir esta situación la ENRO tiene como meta al 2024 valorizar el 66% de estos residuos orgánicos por medio de la implementación de composteras y vermicomposteras a nivel domiciliario, en barrios, parques urbanos, establecimientos educacionales e instituciones públicas, favoreciendo la economía circular.
La Comisión Nacional para la Prevención y Reducción de Pérdida y Desperdicios de Alimentos – CNPDA, es un espacio de articulación público-privada, cuya secretaria técnica se encuentra en ODEPA, que, además de asesorar al Ministro de Agricultura en materias de pérdidas y desperdicios de alimentos (PDA), busca mediante la colaboración articulada, trabajar en la prevención y reducción de las PDA por medio del fomento de iniciativas, programas, políticas y normativas, investigación, docencia y transferencia tecnológica, entre otras iniciativas.
3. El objetivo 12 de los ODS busca garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, ¿qué acciones se deben aplicar para cumplir la meta de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita a 2030?
R.- Existen diferentes políticas públicas e iniciativas comunitarias en esta materia, las que buscan ser articuladas y propulsadas a través de la Comisión Nacional, las que abordan los diferentes eslabones de la cadena productiva hasta el consumidor final, pero también es fundamental la colaboración de la ciudadanía como consumidor de alimentos, por lo que es fundamental hacer un llamado y dar consejos para el consumo responsable, poniendo en valor el proceso de elaboración de alimentos y los recursos utilizados en la producción
Para la disminución del desperdicio se pueden tomar medias sencillas en casa como, por ejemplo:
1.- Comprar lo necesario, planificar las compras del hogar haciendo una lista y compra lo indispensable.
2.- Planificar un menú semanal, que ayude en la planificación de las compras del hogar.
3.- Prefiere frutas y verduras “imperfectas”.
3.- Entender las etiquetas de los productos y saber diferenciar entre “consumir preferentemente antes de:” y “la fecha de caducidad”. La primera es más flexible y el producto puede consumirse después de esa fecha; no así con la fecha de caducidad.
4.- Procurar cocinar las frutas y verduras completas para evitar generar desperdicios.
5.- Servir porciones pequeñas y repetir si es necesario, para evitar botar comida que queda en el plato.
6.- Si quedó comida de la cena o el almuerzo, consumirla al día siguiente, usarlas para el como ingrediente de una nueva comida, congelarla para consumirla más adelante.
7.- o bien compartir lo que quedó con familiares y amigos.
Si vas a comer fuera de casa, es recomendable:
1.- Pedir porciones que será capaz de a consumir
2.- o bien, compartir tu plato
3.- Llevar a casa lo que no consumiste
Si luego de estas medidas aún tienes residuos orgánicos, procura que estos sean compostados o vermicompostados para que no terminen en un vertedero emitiendo gases de efecto invernadero.
Sin embargo, todas estas medias, deben hacerse parte del cotidiano de los hogares, por lo que la educación y las campañas de difusión en esta materia, son indispensables.
A nivel de comercio, como ferias libres y/o mercados mayoristas, las donaciones por parte de los locatarios, de alimentos que no fueron vendidos y que son aptos para el consumo a los microbancos y/o bancos de alimentos son una excelente instancia para recuperar alimentos, disminuyendo el desperdicio y que estos sean donados a personas o instituciones que se sufren inseguridad alimentaria.
