A nivel global, las economías muestran señales de generalizado dinamismo que también se observan en el mundo emergente y en la economía chilena, con proyecciones de crecimiento que se revisan al alza para el año 2018. No existen presiones inflacionarias en el corto plazo y en el período continúa registrándose una apreciación del peso respecto al dólar que, sin embargo, se ubica en valores acordes a la debilidad mostrada por la divisa norteamericana respecto al Euro, y también es consistente con el nivel que alcanza el precio del cobre. El acceso al crédito no presenta mayores cambios en relación con los últimos meses, y los agentes del mercado financiero local esperan que el Banco Central mantenga la tasa de interés de política monetaria en 2,5%.
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