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1. Producción, precios y comercio internacional
El año 2002 quedará en los anales como un período en que los precios internacionales de los productos lácteos mostraron la caída más profunda de los últimos doce años. Es así como el índice FAO de precios de los productos lácteos alcanzó en agosto de 2002 su valor más bajo desde su creación en 1990 (78). En promedio, según la serie mensual que publica el Departamento de Agricultura de EE.UU., los precios para leche en polvo descremada y mantequilla descendieron, respecto del año 2001, en 36 % y 10%, respectivamente, alcanzando valores FOB de algo más de US$ 1.300 y US$ 1.250 por tonelada.
Antecedentes actualizados de la misma fuente señalan una importante recuperación para la leche en polvo descremada, ya que en enero del presente año se reportaban valores de US$ 1.705 por tonelada, con un alza que supera un 30% respecto del precio medio de 2002 y sobre 54% respecto del mes que registrara los precios más bajos (agosto, con US$ 1.150 por tonelada). En tanto, la mantequilla permanecía en US$ 1.280 por tonelada. Por su parte, el índice de precios FAO alcanzó un valor de 109 en marzo de 2003.
Por otro lado, datos recientes señalan que a mediados de marzo el precio en Nueva Zelanda, tanto para leche en polvo entera como descremada, se movía entre US$1.700 y US$ 1.850 por tonelada, rango que también alcanzaba el queso Cheddar. Por su parte, esta misma fuente daba cuenta de precios algo más moderados (US$ 1.700 a 1.775) para las leches en polvo de procedencia de la Unión Europea., habiendo también coincidencia en el precio de las mantequillas (desde US$ 1.250 a US$ 1.350).
En general, si bien existe acuerdo sobre la firmeza de los precios de los lácteos, un elemento de incertidumbre se ha producido por la guerra en Irak. Este país es un importador neto de más de 150.000 toneladas de leche en polvo. Dado el desenlace del conflicto se estima que se favorecería la colocación de altos stocks en poder de Estados Unidos, así como también productos de origen del Reino Unido. Con anterioridad a la guerra el programa de alimentos por petróleo de Naciones Unidas permitía a la empresa Fonterra de Nueva Zelanda colocar 80 mil toneladas anuales en Irak, que ahora es posible que tengan que ser vendidas en otros mercados. Lo anterior, según los analistas, podría desestabilizar los precios internacionales de la leche en polvo, situación que se constata en la serie de precios publicada por el Departamento de Agricultura de EE.UU. (ERS), que en febrero muestra una caída en los precios de este producto de US$ 1.705 a US$ 1.688 por tonelada (-1%), situación que se repite en marzo, al bajar nuevamente, a US$ 1.670 por tonelada.
No obstante lo anterior, la condición actual de firmeza de precios y su mantención en los próximos meses más bien se sostendrá en algunos factores principalmente productivos y de demanda.
La demanda internacional ha ido evolucionando para hacer posible un repunte y se espera un mayor crecimiento en la economía mundial. El Sudeste Asiático está mostrando un aumento, al igual que los países de la antigua Unión Soviética y algunos del Medio Oriente. En tanto, Brasil incrementó en más de 40% sus importaciones durante 2002, las que podrían crecer moderadamente en 2003, debido a los nuevos programas sociales de entrega de alimentos.
Por otro lado, las razones del alza que está teniendo lugar en los precios de los lácteos hay que buscarlas principalmente en los aspectos productivos. Argentina, el mayor proveedor de Brasil y Latinoamérica, mantuvo niveles altos de exportaciones, como consecuencia de una fuerte devaluación y drástica caída del consumo interno. Actualmente, en cambio, muestra una valuación de su moneda y una cierta mayor demanda interna, en paralelo con una fuerte disminución de su producción lechera (que ha sido reemplazada por cultivos), lo que finalmente significará un menor interés en exportar y un efecto de alza en los precios, que ya en el mercado interno (abril) alcanzaron, en el caso de la materia prima, a US¢ 15 por litro, el doble del precio de igual período del año anterior.
En Nueva Zelanda se esperaba un gran crecimiento de la oferta, que hoy se estima en no más de 3%, como consecuencia de la sequía que afectó a algunos sectores lecheros, que obligó a secar vacas antes de lo normal o a reducir el ordeño a sólo una vez por día. El uso de forrajes guardados para etapas posteriores podría repercutir también en la producción invernal. Todo esto podría ocasionar dificultades para cumplir los compromisos de ventas de Fonterra.
La sequía que ha afectado a Australia ha disminuido significativamente su oferta exportadora, y podría tener efectos negativos incluso en su rebaño, lo que repercutiría en temporadas posteriores. Debe anotarse que, tanto en el caso de Nueva Zelanda como en el de Australia, la recuperación de los precios internacionales se ha diluido por una revaluación de sus monedas y los niveles de ingreso de los productores podrían disminuir en relación a los del año anterior. Esto podría repercutir en la producción de esos países en la temporada 2003/04.
También Uruguay presenta caídas de producción muy importantes, a causa de la reducción de la rentabilidad de las lecherías, con niveles de precios internos todavía inferiores a US¢ 12 por litro de leche.
La producción lechera en los EE.UU. subirá levemente en 2003, como resultado de un aumento en el tamaño del rebaño y a pesar de los precios internos relativamente bajos. En la Unión Europea no se vislumbran mayores cambios, como en otros países en que la producción interna está sujeta a cuotas.
La producción de Europa del Este crecerá en la mayor parte de los países, pero su demanda también se está recuperando, como resultado del crecimiento económico. La entrada a la Unión Europea ha traído como consecuencia mayores exigencias de calidad de la leche. Esto ha disminuido la cantidad de productores de pequeña escala, que no han sido capaces de adaptarse, a pesar de que en algunos países los gobiernos han introducido incentivos para alcanzar estos nuevos estándares. El crecimiento de producción en la región se asocia más bien al aumento en el rendimiento por vaca, a través de mejoramiento genético y de alimentación, y no al incremento del rebaño.
Los precios internacionales de los quesos se redujeron menos que los de la leche en polvo (25%), llegando a US$ 1.500 por tonelada en julio de 2002. Contrariamente a lo que sucede con la leche en polvo, hasta ahora no han presentado un repunte. La mantequilla, en cambio, que llegó a cotizarse en menos de US$ 1.000 por tonelada, se ha recuperado en un 10%.
El incremento de los precios internacionales ha motivado una reducción de los subsidios a la exportación de la Unión Europea. En el caso de la leche en polvo entera este subsidio había alcanzado a 1.209 euros a partir del 2 de julio, lo que se redujo a 1.100 euros por tonelada desde el 2 de septiembre. Con posterioridad se han producido dos nuevas bajas (diciembre 2002 y febrero 2003), para quedar en la actualidad en 930 euros por tonelada. También los subsidios a la leche descremada, que llegaron en julio de 2002 a 850 euros por tonelada, han registrado varias bajas, situándose actualmente en 510 euros por tonelada. El queso y la mantequilla han tenido menores bajas en sus restituciones, que alcanzan a 1136 y 1850 euros por tonelada, respectivamente.
En relación también con los subsidios, en octubre de 2002 se reunieron en Santa Cruz, Bolivia, algunos miembros del grupo Cairns (Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Chile, Nueva Zelanda y Uruguay), con el fin de diseñar una estrategia conjunta para combatir los subsidios en la producción de leche y acelerar la desregulación en el comercio mundial de lácteos.
2. Situación nacional en 2002 y perspectivas para 2003
2.1 Producción
Se estima que la producción de leche de la última temporada alcanzó un volumen cercano a 2.170 millones de litros, lo que representa una caída del orden de 0,9% respecto del año anterior. Dicha situación estuvo asociada básicamente a una caída en la productividad de la masa lechera debida a factores meteorológicos, la que se intensificó durante los meses de la última primavera.
Es así como en la principal zona lechera (Regiones IX y X) los meses de septiembre a noviembre fueron rigurosamente lluviosos y fríos, lo que disminuyó la calidad y cantidad del forraje producido y ocasionó un lento crecimiento de la pradera y dificultades para rezagar los potreros que se destinan a ensilaje, todo lo cual afectó la curva de producción de leche. Con posterioridad hubo un verano húmedo, que permitió una cosecha abundante de forraje, aunque en algunos casos de menor calidad.
Un segundo elemento que también determinó una menor oferta de leche en 2002 fue la brusca caída observada en los precios internos pagados a los productores, situación que perduró prácticamente durante todo el año. Ello fue un desestímulo permanente para que éstos realizaran un manejo alimentario más intensivo en base a utilización de concentrados, que permitiera suplir la menor disponibilidad de forraje observada en la primavera.
2.2 Recepción de leche en plantas
Consecuente con la disminución de la producción, también la recepción del producto en plantas exhibe una contracción de casi 2% en relación a la del año 2001, al totalizar 1.606 millones de litros.
Cabe consignar que en el año 2002 los meses de verano, en particular febrero y marzo, registraron una fuerte sequía unida a inusuales calores, que significaron caídas drásticas de recepción en plantas (-12%). Posteriormente las condiciones meteorológicas en la zona sur fueron de un otoño muy benigno (buena humedad y temperaturas), que ayudó a superar rápidamente la sequía estival mencionada. Fue así como paulatinamente los registros de recepción pasaron de un déficit a nivel nacional a un pequeño incremento que se observaba hasta agosto. Con posterioridad se registró la primavera fría y lluviosa, que atrasó la temporada de recuperación y el crecimiento de las pasturas.
Otro factor que afectó el nivel de recepción dice relación con el desvío de leche hacia queserías artesanales, algunas de las cuales recogieron importantes volúmenes de leche, pagando entre $ 50 y $ 70 por litro, con lo que incrementaron cerca de 40% sus recepciones normales, aumentando la oferta de quesos.
Durante la temporada pasada, las plantas de la X Región adquirieron un volumen levemente inferior al del año pasado (-0,9%), totalizando compras de 1.065 millones de litros; no obstante, su participación dentro de la recepción total se incrementó al 66,4%. En orden de importancia sigue la IX Región, cuya participación en la recepción total de leche del país superó el 14%, aportando un volumen cercano a los 230 millones de litros.
La IX Región también mostró un leve retroceso respecto de la temporada precedente (-1%), mostrando una fuerte caída en el último trimestre, en torno a 12%.
Las restantes regiones (VIII y A.M.) tienen una menor participación en el total recibido por las plantas en el país, y en la temporada 2002 registraron disminuciones de recepción superiores al 5%, también con niveles en torno al 10% más bajos en el último trimestre del año. éstos coinciden con las mayores bajas de precios, que estimularon a los productores a destinar leche a ventas directas a público o a queserías artesanales, así como a alimentar terneros con leche, dejando de lado los sustitutos.
Durante el año 2002 se beneficiaron menos de 330.000 hembras, la menor cantidad observada en los últimos seis años, destacándose un beneficio de vaquillas inferior en torno a 12,2% respecto de la temporada pasada. En relación al beneficio de vacas, alcanzó a sólo 164.000 cabezas, 4,1% menos que en la temporada 2001. Esto parecería corresponder a una retención de vientres.
En el mes de enero de 2003 se observó una baja de 2,1% en la recepción en plantas, respecto a igual período del año 2002. Ello representa una menor compra de poco más de 3,0 millones de litros.
Lo anterior fue continuación de las fuertes caídas en las ventas de leche del último trimestre del año 2002, que en la zona sur alcanzaron cerca de 8% en promedio.
A nivel de la X Región, a diferencia del resto de las otras zonas del país donde se compra leche, la recepción en enero fue mayor en 1,4% respecto de igual mes del año anterior.
Los datos por región dan cuenta de una profundización de la baja en las zonas central y centro sur, donde la VIII Región, que mostraba durante el último trimestre de 2002 una recepción inferior en cerca de 15%, en enero del presente año supera este porcentaje.
A nivel nacional, febrero de 2003 mostró una recuperación de 4,5% en la recepción sobre igual mes del año anterior. No obstante, dada la menor significación de febrero, el resultado del primer bimestre es levemente mejor que el del año anterior (0,8% superior).
Por regiones, la recepción en febrero siguió menor en todo el país, a excepción de la X Región, donde se verificó una recuperación de 12,6%. Esta variación debe tomarse con cuidado, pues se está comparando con un período anterior afectado por una fuerte sequía.
Respecto de marzo de 2003, el clima se mostró particularmente seco en la zona lechera, lo que repercutió en una disminución en la cantidad y calidad de los forrajes. No obstante lo anterior, en dicho mes la entrega a plantas a nivel nacional fue 1,1% superior a la de marzo de 2002. Con ello el primer trimestre concluyó con un alza leve de 0,9% (en torno a 4 millones de litros más que en el año anterior). A nivel regional, sólo la X Región muestra un aumento de recepción, en parte por las razones expuestas en el párrafo anterior; las demás bajan en todos los meses con relación a sus equivalentes del año anterior.
Durante el mes de abril, la lluvia apareció recién en forma importante después del día 20. Datos parciales de algunas plantas indican que hasta esa fecha habían recibido entre 10% y 20% menos de leche que en abril del año 2002.
Lo anterior debería colaborar en una recuperación de los precios pagados a los productores, que fueron un factor importante en las disminuciones de producción comentadas, tanto a fines de la temporada pasada como en la actual. Dicha recuperación se haría posible también por el alza de los precios internacionales que se observó a partir de septiembre de 2002.
La oferta de leche a plantas para mayo y junio va a depender en gran medida de cómo sigan las condiciones meteorológicas en las próximas semanas. A fines de abril se han producido algunas lluvias que, en el caso de continuar, podrían cambiar el escenario, siempre que no se produzcan heladas y bajas temperaturas durante el día. De cualquier forma, estimaciones de las principales industrias concuerdan en que la recepción debería seguir por debajo respecto de la temporada pasada.
2.3 Elaboración de productos y concentración de la producción
La producción de las distintas líneas de derivados experimentó en 2002 un comportamiento disímil. Es así como se observa un fuerte incremento en la producción de yogur (33%), con nuevos actores en el mercado a precios muy competitivos, e incrementos más moderados en la producción de manjar (8%), quesos y quesillos (5%) y leche fluida (1,6%). Por el contrario, la producción de suero en polvo, leche en polvo (principal línea de elaboración de la industria nacional), leche condensada y mantequilla experimentaron retrocesos, que oscilaron entre 9,5% y 2,4% en relación al año anterior.
En los tres primeros meses de 2003 se observan algunos cambios en las tendencias señaladas. Es así como se presentan aumentos en la producción de leche condensada (13,7%), mantequilla (15%) y suero en polvo (2,1), en tanto se reduce la producción de quesos (2,8%). Cabe hacer notar que, en el caso de estos últimos, la disminución del producto industrial debería verse compensado por una mayor producción a nivel artesanal y de pequeñas industrias, que han adquirido una proporción más alta de la leche en la temporada de verano, absorbiendo parte de los excedentes estacionales, poco avaluados en esta temporada por las empresas grandes.
Los principales productos elaborados en 2002 continuaron siendo leche en polvo (68 mil toneladas), quesos (53 mil toneladas) y leche fluida (296 millones de litros). La elaboración de estos tres productos requirió el equivalente a unos 1.440 millones de litros de leche, es decir, absorbieron casi 90% del total de la materia prima recibida por la industria durante el año 2002.
En cuanto a participación de las diferentes empresas en el año recién terminado, un total de 17 industrias operaron 28 plantas elaboradoras distribuidas desde la Región Metropolitana al sur1. Soprole continúa liderando la recepción de leche, con cerca de 390 millones de litros (24,2% del total recibido), seguida por Nestlé, con 339 millones de litros (21,1%); Colún, con 268 millones de litros (16,7%), y Loncoleche, con 230 millones de litros (14,3%). Cabe hacer notar que estas cuatro empresas concentran sobre el 76% de la recepción total del país. Casi la totalidad de las empresas recibieron un menor volumen que en el año 2001, a excepción de Colún, Cumelén-Mulpulmo y Surlat2.
La participación de las industrias principales permanece relativamente estable en los primeros tres meses de 2003. Se observa una baja en la participación de Soprole (a 23,6% de la recepción total), Loncoleche (a 13,7%). En tanto, sube Colún (a 17,4%) y permanece aproximadamente igual Nestlé. Entre las medianas destaca el aumento de Cumelén-Mulpulmo (15%), que la hace llegar a una participación de 4,2%, y en menor escala suben Calán y Agrolácteos Cuinco, todas productoras de quesos.
En cuanto a las empresas que lideran la elaboración de los principales productos, Nestlé es la principal productora de leche en polvo: durante el año 2002 elaboró el 46% de la oferta nacional, seguida por Loncoleche, con cerca de 15%. En cuanto a la fabricación de queso, Colún ocupa el primer lugar, con el 33% de la producción nacional, seguida por Soprole, con el 20%. Esta última empresa es además líder absoluto en la elaboración de leche fluida (48%) y yogur (49%), seguida a distancia por Loncoleche y Colún, en el caso del primer derivado, y por Nestlé, en el caso del segundo. La elaboración de mantequilla es liderada por Colún (25%), disputándose el segundo lugar entre Loncoleche, Soprole y Nestlé.
2.4 Precios a productor: evolución en 2002 y situación 2003
Durante la temporada 2002 el precio medio pagado a los productores registró una caída de 12,9%. El precio relativo fue bajando paulatinamente en la medida que avanzaba el año. El precio más bajo ($ 92,28 por litro) se observó en noviembre y fue un 17,5% inferior al de igual mes de la temporada anterior. El factor más importante en dicha caída fue la baja de los precios internacionales de los lácteos, en particular de la leche en polvo, que en el mes de agosto descendió un 45% en un año. En el caso de las importaciones de leche en polvo que realizara nuestro país la reducción de precios no fue tan grande y alcanzó a 33% en promedio (de US$ 2.091 a US$ 1.395 por tonelada de leche en polvo). Además de lo anterior también se redujo el volumen importado (24%).
Los precios pagados a productor a nivel nacional iniciaron una leve recuperación en diciembre de 2002. Es así como presentaron una baja de sólo 14,4% en relación a igual mes del año anterior. En enero y febrero de 2003 la baja alcanzó a 11,6% y 10,3%, respectivamente, alcanzando a superar los $100,0 por litro en este último mes. En marzo el precio continuó subiendo y llegó a $ 102,60 por litro, un 7,6% por debajo del precio de marzo de 2002. El precio ponderado de los tres primeros meses superó los $100,0 por litro, exactamente 10% menos que el precio del primer trimestre de 2002.
En el primer trimestre de 2003 el precio promedio pagado a productor en la Región Metropolitana alcanzó a $ 110,55 por litro y continúa alrededor de $ 12 por sobre el promedio de la X Región, reflejando el costo del flete a las zonas de mayor consumo. Los precios medios de las regiones VIII y IX fueron iguales ($ 100,2 por litro). La magnitud de la caída de los precios regionales fue menor en la X Región (-9,6%), donde el precio llegó a $ 98,53 por litro.
Los precios a productor en el primer trimestre de 2003 mostraron una recuperación de 5% en relación a los del último trimestre de 2002.
En abril algunas plantas anunciaron nuevas pautas de pago que entraron a operar en el mes de mayo. En general se han modificado los precios base y no las bonificaciones y castigos por las diferentes variables, llegándose a niveles generales similares a los del año anterior, que para un productor grande con buena calidad de leche y estacionalidad, podrían estimarse entre $ 108 y $ 115 por litro.
Asimismo se ha conocido de estímulos especiales a productores de Surlat: $15 por litro para el excedente sobre el volumen entregado en mayo del año anterior. Igualmente esta empresa emitió y vendió acciones, lo que le habría permitido captar cerca de 18,0 millones de litros de proveedores de otras industrias (Loncoleche y Parmalat).
Por otra parte, la empresa Colún anunció a principios de mayo un aumento de $ 5 por litro, retroactivo al mes de abril.
La evolución de la producción y la demanda en el mercado interno y los precios de los lácteos en el comercio internacional, sujetos a las variaciones en la tasa de cambio, condicionarán la evolución de los precios internos en lo que resta del año. Una producción nacional algo menor, una demanda interna que se activa lentamente, un precio internacional estable y relativamente alto y un dólar firme, más una demanda externa consolidada, con una República Argentina prácticamente deficitaria, son elementos que permitirían pensar en una recuperación de los precios a productor a partir de este invierno y por el resto del año.
2.5 Precios al por mayor y a consumidor en 2002
Al analizar los precios al por mayor de los principales derivados lácteos en el año 2002, expresados en moneda de igual valor, también se observa una caída generalizada en sus niveles en relación al año precedente, aunque de diferente magnitud dependiendo del tipo de derivado. Es así como la mayor baja se observa en la leche fluida entera, donde el precio medio cae en porcentaje similar a la baja experimentada por el precio de la leche pagado a los productores (11,6%).
En otros productos importantes, como leche en polvo, yogur, leche condensada y mantequilla, la caída en los valores medios es de menor magnitud, oscilando entre un 8,5%, en los casos de la leche en polvo y el yogur, y un 7,4% en la leche condensada.
Por el contrario, el precio medio del queso en 2002 mantuvo prácticamente el mismo nivel del año anterior.
En los primeros tres meses de 2003 se mantiene la reducción de los precios al por mayor de los lácteos. Productos como la leche condensada y la leche en polvo presentan bajas mayores de 15% con respecto a los del primer trimestre de 2002, en tanto la leche fluida tiene un precio inferior en 9,2%. El queso es el producto cuyo precio baja menos en promedio: 5,7%.
En relación a los precios al consumidor de los lácteos en 2002, todos ellos disminuyen en relación a los del año anterior, entre 2,5% (queso Chanco) y 10,6% (mantequilla). Este proceso de baja de precios continúa en el primer trimestre de 2003, y en algunos casos se acentúa, si se compara con iguales meses de 2002. Entre otros ejemplos, pueden citarse el yogur (-12,7%), la leche condensada (-13,6%) y el queso (-6,4% a -6,8%). Sólo sube el precio de la leche fluida (2,3%). Sin embargo, si la comparación se efectúa con el último trimestre de 2002, algunos de los precios de los lácteos se recuperan levemente, entre ellos los de mantequilla (2,2%) y manjar (1,7%); el precio de los quesos se mantiene y se reducen los de leche condensada y yogur (-2,1% y –0,8%, respectivamente).
Cabe recordar que, como se señaló precedentemente, entre estos últimos trimestres el precio medio de la leche a productor subiría en aproximadamente 5%.
3. Comercio exterior 2002
3.1 Importaciones
Según antecedentes del Servicio Nacional de Aduanas, el año 2000 fue el último en que nuestro país fue deficitario en productos lácteos. En ese año, la balanza comercial registró un saldo negativo cercano a US$ 27 millones. A partir de ese año la situación se revierte, de forma tal que en el año 2001 el superávit comercial excedió los US$ 9 millones y en el año 2002 se eleva a un valor cercano a los US$21 millones.
Las importaciones en el último año alcanzaron a US$ 22,7 millones, y estuvieron conformadas principalmente por leche en polvo (48% del total importado), quesos (32%) y suero y lactosuero (10%).
Este monto representa una drástica caída respecto de 2001 (del orden de 36%), influida por las menores importaciones de leche en polvo en sus diversas modalidades (se contraen en más de US$ 10 millones) y de lactosuero, mantequilla y quesos (se reducen en aproximadamente US$ 1 millón cada uno).
El precio medio de importación de la leche en polvo entera (26% de materia grasa) alcanzó a US$ 1.312 por tonelada, lo que representó una caída de 36% en relación al valor medio del año 2001 (US$ 2.047 por tonelada); en tanto, el precio de la leche descremada fue de US$ 1.431 por tonelada (US$ 2.125 en el año anterior) y el valor medio del queso alcanzó a US$ 2.170 por tonelada (US$ 2.546 en el año precedente).
Durante el año 2002, el principal proveedor de leche en polvo de nuestro país continuó siendo Argentina (72%), aunque con una fuerte caída respecto de su participación en el año anterior (87%). Fue seguida por Uruguay (18%), Nueva Zelanda (5%) y la Unión Europea (1%).
El origen de las importaciones de quesos, por su parte, fue mayoritariamente de los países del Mercosur (cerca del 80%) y en particular de Argentina (sobre el 60%); ubicándose bastante más atrás EE.UU. (11%) y la Unión Europea (6%).
3.2 Exportaciones
En 2002 las exportaciones de lácteos experimentaron un leve retroceso (2,2%), alcanzando un valor de US$ 43,5 millones (US$ 44,5 millones en 2001). En esta situación influyeron los menores envíos a EE.UU. y a países de Latinoamérica, como Venezuela, Colombia y Bolivia, que no permitieron compensar totalmente el fuerte incremento observado en las exportaciones a Brasil y Cuba.
Lo anterior, unido al fuerte descenso exhibido por las importaciones, determinó que el balance lechero fuera ampliamente positivo para el país. El saldo de la balanza en términos de litros de leche equivalente alcanzó un superávit cercano a 70,0 millones de litros3, volumen que equivale a unas 8.300 toneladas de leche en polvo entera4.
Al analizar la composición de nuestras exportaciones en el último año, se observa que el 38% del valor de los envíos corresponde a leche en polvo, seguida por la leche condensada (30%) y por los quesos (13%).
Otras exportaciones, aunque de menor relevancia, corresponden a manjar, leches fluidas y bebidas lácteas, cremas, suero y lactosuero.
El principal comprador de productos lácteos chilenos durante el año 2002 continuó siendo México, con compras por más de US$ 14 millones, seguido por Cuba, con US$ 7,7 millones, y más atrás Brasil y Perú, con compras superiores a los US$ 5 millones cada uno.
A nivel desagregado, los principales países destinatarios de la leche en polvo fueron: Cuba (41%), Brasil (39%) y Bolivia (5%). En relación a las empresas que exportaron este producto en el último año, destacan: Parmalat (49%), Nestlé Chile (42%), Watt’s Alimentos (5%) y Alamos y Rojas Agencias Ltda. (2%).
Los envíos de leche condensada, por su parte, tuvieron como principales países de destino a México, EE.UU. y Perú. La empresa Nestlé concentró más del 97% de dichos envíos, seguida a mucha distancia por Comertex Representaciones (con menos de 1%).
3.3 Acuerdos comerciales
En materia de comercio exterior, se puede destacar como hecho relevante el que en el último año Chile alcanzó importantes acuerdos de libre comercio con la U.E., EE.UU. y Corea del Sur, que permiten formarse interesantes perspectivas para el sector lechero nacional.
El tratado con EE.UU. posibilitará, una vez firmado, la entrada de 3. 500 toneladas de diferentes lácteos libres de arancel5. Este volumen inicial tendrá un incremento de 10% cada año, mientras que a los 12 años de vigencia del acuerdo el ingreso a ese mercado estará completamente liberalizado, es decir, sin cuotas ni gravámenes.
El acuerdo alcanzado con la U.E., por su parte, contempla una cuota inicial libre de arancel de 1.500 toneladas, con un incremento de 5% anual.
Por último, el acuerdo con Corea considera una cuota de 1.000 toneladas libre de arancel para el suero lácteo. Se espera que, en los restantes productos, los resultados sean más visibles en el mediano plazo, ya que los aranceles para productos como yogur y quesos (40% y 38%, respectivamente) son bastante elevados y tienen además un período de dsgravación a 10 años.
3.4 Situación del comercio exterior en 2003 y perspectivas
Para el análisis del comercio exterior en el año 2003 se cuenta con el antecedente global del primer trimestre del presente año. En este período el valor de las importaciones aumenta 43%, totalizando entre todos los lácteos cerca de US$ 5,4 millones, en circunstancias que en el año anterior llegaba a US$ 3,8 millones. En litros equivalentes, el incremento considerando todos los productos importados es de 112%, llegándose a un total cercano a 16,0 millones de litros.
A nivel de los productos, la leche en polvo entera alcanzó a 925 toneladas y la leche descremada, a 819 toneladas, lo que hace un total de 1. 745 toneladas, cifra que es un 54% superior a las 1.135 toneladas importadas en el primer trimestre de 2002. En cuanto al origen, en este año la Argentina y Uruguay continúan como los principales proveedores, con una participación de 56,0% y 31,3%, respectivamente, en tanto de Nueva Zelanda sólo han llegado 55 toneladas, con 3, 1 % del total.
Los niveles de precio de las importaciones en los dos primeros meses bajaron, en forma contraria a las tendencias del mercado internacional. Esto se debió probablemente a que tales importaciones fueron negociadas a fines de 2002, cuando aún el alza del precio internacional no se materializaba. Sin embargo, esta situación se revirtió con posterioridad, de manera que los precios de importación en marzo para la )eche en polvo descremada alcanzó a US$ 1.613 por tonelada CIF, precio muy similar al de igual mes del año anterior. En el caso de la leche en polvo entera, el precio medio de las importaciones reales en marzo de 2003 llegó US$ 1.724 por tonelada, nivel que es 23,2% superior al de marzo de 2002.
En tanto, las importaciones de quesos han tenido un aumento de 21,2%, llegando en el primer trimestre a 518 toneladas, con la Argentina como principal proveedor (40% del total), seguida de Brasil, Uruguay y Estados Unidos. En quinto lugar aparece como proveedor de quesos la Unión Europea, con colocaciones de 39 toneladas y una participación de 7,5%. Nueva Zelanda no aparece como proveedor de quesos.
En cuanto a exportaciones, cifras del primer trimestre del año 2003 muestran un fuerte incremento en el valor global de las exportaciones de lácteos, que alcanzó a US$ 10,6 millones, un 29% más que lo exportado en igual período del año anterior. Los aumentos más importantes se registraron en las leches en polvo, en que se subió de 1.888 toneladas a 3.371 toneladas (78%), por un valor de US$ 5,1 millones (48% del total exportado). En segundo lugar aparece la leche condensada, con un total de 2.420 toneladas, incrementándose sobre 80% respecto de igual período de 2002. Los quesos, con 608 toneladas en el primer trimestre del año 2002, se incrementan a 1.010 toneladas en 2003 (66%). Por su parte, habría productos como leche fluida, mantequilla y yogur que muestran cierta disminución. Con todo, la exportación expresada en litros equivalentes se incrementa en el primer trimestre desde 28,3 millones a 57,1 millones de litros (101,3%), lo que representa casi un 15% de la leche recibida por las plantas.
Antecedentes del destino de los quesos exportados, si bien siguen mostrando a México como principal importador (77,6% de los envíos), señalan a Cuba con un volumen creciente (14,1%).
El balance de comercio exterior de lácteos en términos de valor ha continuado aumentando (US$ 5,2 millones a marzo de 2003), y se espera que continúe positivo en el resto del año.
Cabe reconocer que es probable que las exportaciones de lácteos se vean favorecidas por el alza de los precios internacionales y la disminución de oferta de Argentina y Uruguay, países que hoy están llegando también a los mercados más atractivos de Latinoamérica, tales como México, Venezuela, Bolivia y Perú.
Consumo interno
La dificil condición económica que continuó imperando en el país en el último año, así como la caída en la producción interna, el aumento de las exportaciones y la disminución de las importaciones en términos de equivalentes leche, permiten estimar que el consumo interno habría caído por segundo año consecutivo, a 124 litros per cápita en 2002 (126 litros en el año 2001 y 127 litros en el año 2000).
Este nivel de consumo es bajo, si se compara con estándares internacionales. En la Argentina, por ejemplo, no obstante la crisis, el consumo alcanza a 180 litros por habitante; en Uruguay, a 200 litros; en EE. UU supera los 300 litros, mientras que en países de Europa se sitúa entre 350 y 400 litros por habitante año.
Al respecto, durante 2002 operó una campaña de promoción de consumo que, según su evaluación, consiguió elevar la venta de lácteos en supermercados, desplazando parte de los ingresos que los consumidores destinan a confites. La campaña aludida debería mantenerse en el mediano plazo. Los aportes, que inicialmente comprometían a menos del 20% de los productores, culminaron a fines de 2002 con el compromiso de cerca del 30% de los productores lecheros, esperándose para el presente año que dicho aporte suba a sobre el 50%. Con esto y con la aparente recuperación económica que se estaría observando en la actualidad en el país, es posible que el consumo interno vuelva a niveles un poco mayores que los de 2002, aunque siempre por debajo de lo alcanzado en el año 2000.
1 Incluye la planta perteneciente a la Universidad Austral.
2 Empresa creada recientemente por un grupo de agricultores de Temuco en asociación con inversionistas vascos.
3 Importaciones y exportaciones se expresan en litros de leche equivalentes, utilizando para ello los coeficientes de conversión promedio de la industria. Fuente: Odepa.
4 En el año 2001, el saldo de la balanza representó el equivalente a 7 millones de litros de leche, es decir, unas 840 toneladas de leche en polvo entera.
5 Cuota distribuida de la siguiente forma: quesos (1.432 ton), leche en polvo (828 ton), leche condensada (482 ton), mantequilla (300 ton) y manjar el resto.