![Estudio: “Agricultura de contratos para el trigo harinero en Chile.”](https://www.odepa.gob.cl/wp-content/uploads/2019/03/trigo-sol-1140x470.jpg)
Categorías: Cereales,Comisión Nacional del Trigo,Consultorías y Asesorías
En Chile, la producción de trigo harinero para la temporada 2023/24 alcanzó 1.063.227 toneladas, cultivadas en una superficie de 179.443 hectáreas, reafirmando su papel como uno de los cultivos más relevantes para el escenario nacional actual. Además, este cultivo tiene una importancia social y territorial, al ser producido principalmente por un alto número de pequeños agricultores y ser destinado en su mayoría a la elaboración de pan y otros alimentos. Sin embargo, pese a su relevancia, la producción nacional cubre menos de la mitad de la demanda interna, lo que ha llevado al país a depender de importaciones, principalmente desde Argentina, Estados Unidos y Canadá. La cadena productiva del trigo harinero integra a diversos actores en la producción y distribución de trigo, harina y sus derivados, en lo que se conoce como la “cadena Trigo-Harina-Pan”. En esta cadena, los precios internos del trigo están influenciados por los precios internacionales y por parámetros de calidad, siendo el principal el contenido de gluten, esencial para la industria molinera y panadera. Sin embargo, la cadena enfrenta presiones por factores externos e internos, lo cual ha impactado los márgenes de utilidad de los agricultores nacionales. Esta situación ha llevado a algunos productores a reducir su uso o la superficie cultivada, lo que podría afectar la producción futura del cultivo y plantea riesgos para la seguridad alimentaria del país.
Motivación
La agricultura de contratos es un modelo donde productores y compradores acuerdan condiciones para suministrar un volumen y/o calidad específica de producto a un precio preestablecido. Este esquema ofrece beneficios potenciales para enfrentar los bajos precios percibidos por los agricultores. Por su parte, la industria molinera chilena necesita un suministro local de trigo para satisfacer sus demandas, por lo que la agricultura de contratos podría ofrecer una opción rentable y estable, tanto para los productores como para la industria molinera. De esta forma se promovería la seguridad alimentaria al incentivar el cultivo nacional de trigo frente a las incertidumbres del mercado global actual.