Autores: Liliana Yáñez Barros , Isabel Pimentel Rodríguez
Categorías: Artículos,Temas de género
Los censos permiten obtener información a través de la cual se puede tener una visión general de la situación del sector agrícola de un país en particular como, por ejemplo, tamaño de sus explotaciones o unidades productivas, tenencia y uso de la tierra, área cultivada, superficie regada, las existencias pecuarias, trabajo y otros factores agrícolas. Contar con estos datos es primordial para planificar e implementar políticas públicas, investigación y desarrollo y monitoreo de impacto de la actividad agrícola sobre el medio ambiente (FAO)[1].
En paralelo, la autonomía de las mujeres “es fundamental para garantizar el ejercicio de sus derechos humanos. La capacidad para generar ingresos propios y controlar los activos y recursos (autonomía económica), el control sobre el propio cuerpo (autonomía física) y la plena participación en las decisiones que afectan su vida y a su colectividad (autonomía en la toma de decisiones) son los tres pilares de la igualdad de género y de una ciudadanía paritaria (CEPAL, 2012:55). Por ende, la autonomía económica de las mujeres se vuelve un desafío permanente para coadyuvar a la igualdad sustantiva, por lo que el Estado debe garantizarla y contribuir a que los elementos que la retardan frenan e impiden sean disminuidos y/o eliminados. Todo lo anterior, para el pleno ejercicio de sus derechos[2]”.
[1] Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). (s.f.). World Census of Agriculture. https://www.fao.org/world-census-agriculture/es/
[2] Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. Estrategia para la autonomía económica de las mujeres 2022-2026, 2025
https://minmujeryeg.gob.cl/wp-content/uploads/2025/08/ESTRATEGIA-ECONOMICA.pdf