Categorías: Cambio climático,Estudios,Programa de suelos: SIRSD-S
Este informe presenta el desarrollo e implementación de un indicador de pérdida de suelo actual y potencial en zonas agropecuarias de Chile, basado en la ecuación universal de pérdida de suelo revisada (RUSLE) y utilizando datos satelitales y herramientas geoespaciales avanzadas. El objetivo principal del estudio es establecer una metodología replicable que permita estimar de manera precisa la pérdida de suelo, identificar áreas críticas de erosión y generar insumos que sirvan de base para la toma de decisiones en políticas públicas orientadas a la sostenibilidad agroambiental.
El proyecto integró datos climáticos, edáficos, topográficos y de cobertura vegetal a escala 1:50.000, además de un proceso de calibración en terreno en las regiones de Valparaíso y Ñuble. Estas actividades permitieron ajustar los modelos para representar de manera más fiel las condiciones locales, logrando una herramienta técnica robusta.
Entre los principales resultados obtenidos, la estimación de la RUSLE reveló áreas con tasas de pérdida de suelo críticas, principalmente en las regiones del Maule, Ñuble y Biobío. Estas zonas están fuertemente influenciadas por pendientes pronunciadas, suelos de alta erodabilidad. Las tasas más altas de erosión superaron los 100 toneladas por hectárea al año, lo que subraya la urgencia de implementar medidas de mitigación en estas áreas. Por otro lado, las regiones con tasas bajas de erosión se asociaron con coberturas vegetales permanentes y suelos con menor susceptibilidad a procesos erosivos.
El análisis también destaca la relevancia de los factores C (cobertura vegetal) y LS (longitud y pendiente de la pendiente) como los principales impulsores de la variabilidad espacial en la pérdida de suelo. La integración de datos provenientes de imágenes satelitales permitió mapear estas dinámicas con mayor resolución y precisión, estableciendo una base sólida para el monitoreo continuo y la priorización de intervenciones.
En síntesis, este estudio representa un avance significativo en la gestión de los recursos suelo en Chile, proporcionando una herramienta replicable y una metodología técnica de alta calidad. Los resultados obtenidos no solo permiten identificar áreas vulnerables, sino también priorizar acciones que promuevan prácticas agrícolas sostenibles y adaptativas. La implementación de esta metodología se perfila como un paso clave hacia una agricultura más resiliente y respetuosa con el medio ambiente en el contexto del cambio climático.