Autor: Sergio Soto Núñez
Categorías: Artículos,Cereales,Comisión Nacional del Trigo
La Seguridad Alimentaria global se sustenta en la producción de un conjunto diverso de alimentos, tanto de origen vegetal como animal . Este enfoque es reportado en el Balance de Alimentos que anualmente elaboran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), donde se destaca a los cereales como un componente esencial en la dieta básica de la población mundial.
En el caso de Chile, el Balance Alimentario publicado por la FAO permite estimar que en 2022 los alimentos elaborados a partir de trigo aportaron en promedio un 28% de la ingesta calórica diaria por persona. Asimismo, se releva la importancia de este cereal por su contribución en nutrientes y por los reconocidos beneficios que entrega a la salud de la población nacional.
La producción de trigo y sus derivados se sostiene en la cadena agroalimentaria trigo – harina – pan, la cual se estructura sobre la base de 17.444 productoras y productores (Censo Agropecuario y Forestal 2021); 71 molinos (SII 2022) y 14.056 empresas elaboradoras de pan (SII 2022), siendo estas últimas las responsables de producir el alimento con mayor consumo en la canasta básica , estando el pan día a día presente en 93 de cada 100 hogares del país, de acuerdo a lo informado por INE .
Si bien se reporta que el pan y sus derivados son consumidos a diario en los hogares nacionales, el análisis de la molienda de trigo entre 2017 y 2024 junto a la respectiva disponibilidad aparente de harinas para panificación, dan cuenta de una caída en la disponibilidad aparente per cápita anual de harinas por persona, desde los 80 Kg. en 2017 a 69 Kg. en 2024, representando una disminución de 13%.
Estos resultados permiten sustentar la hipótesis del cambio en las preferencias de los consumidores a nivel nacional, disminuyendo el consumo per cápita de los productos de panificación y repostería. Esto sería explicado, en parte, por una potencial sustitución de alimentos similares a los de panificación con base en otros tipos de harinas, como por ejemplo de maíz o avena, las cuales son demandadas por una creciente población migrante .
En este contexto, la publicación presenta como propósito analizar en detalle la evolución de la molienda de trigo panadero en Chile entre 2017 y 2024 con el objetivo de identificar y comprender las variables que han incidido en los cambios del volumen de producción de harina y su distribución regional. El análisis busca aportar insumos para la discusión público y privada que apoyen el diseño de políticas que fortalezcan la competitividad y la sostenibilidad futura de la cadena trigo–harina–pan.